🎶🔊🎼Capítulo 13 🎼🎶🔊

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Aquella noche Wei Ying  esperaba que le sirvieran la cena en la habitación de los niños, como de costumbre. Pero, en lugar de eso, Huang  lo llevó a la planta baja y luego al comedor. Si bien Wei Ying  nunca había estado en esa habitación sentado frente a una comida, entraba allí con Huang  innumerables veces a lo largo del día.

A pesar de su gran tamaño, en la habitación se respiraba un ambiente cálido, que llenaba la mente de Wei Ying  de imágenes de una familia unida congregada en torno a una abundante cena. Wangji  se había recostado en la silla que se encontraba en el extremo opuesto de la larga mesa. Su pelo resplandecía bajo la luz de una araña de cristal. Con un brazo sobre el respaldo de la silla y cruzado de piernas, el joven dueño de la casa parecía estar algo aburrido y muy impaciente. Cuando le vio entrar en la habitación, se levantó de inmediato. Tras rodear la mesa, le tendió su enorme mano.

En armonía con la habitación, él llevaba ropa bastante cómoda: una camisa de seda de cuello en pico y del color de la crema fresca, y pantalones de montar marrones, metidos dentro de sus botas altas de color ocre oscuro. Mientras él se acercaba, Wei Ying  aprovechó el momento para observarlo detenidamente, advirtiendo una vez más que no se parecía en absoluto a su padre ni a los demás hombres que había visto en su casa. En lugar de los volantes, los alfileres de corbata con piedras preciosas y las vistosas cadenas de reloj de bolsillo que tanto les gustaban a esos caballeros, él llevaba un cinturón con una hebilla dorada, sin ornamentos, y una cadena de reloj de bolsillo bastante sencilla, metida dentro de una de las presillas para el cinturón. No vestía elegantes chalecos de seda. No exhibía centelleantes anillos. Nada de perfumes con olores raros.

Cuando Wei Ying  veía a Wangji , se acordaba de la luz del sol y del aire fresco. El pelo le caía sobre la frente en forma de pequeñas ondas iluminadas por los reflejos que le había hecho el sol, y siempre parecía radiante, como si el viento se lo hubiese agitado recientemente. El cuello de su camisa estaba abierto, dejando ver la superficie de su pecho. Incluso andaba como si estuviese al aire libre, con ademán despreocupado, pasos largos y ágiles, y los brazos ligeramente doblados y balanceándose armónicamente a los costados.

Tras detenerse frente a el, le cogió de la mano y lo llevó a la mesa, sacando la silla que se encontraba a su izquierda. Cayó en la cuenta de que habían puesto la mesa para dos personas, y lo miró con expresión de terror en los ojos. En casa de sus padres nunca le habían permitido cenar en el comedor.

—Creo que todo esposo debe cenar con su marido. ¿No crees?

Wei Ying  sintió como si el suelo hubiese desaparecido debajo de sus pies. Se quedó mirándolo fijamente con horrorizado asombro, convencido de que seguramente había leído mal sus palabras.

 Se quedó mirándolo fijamente con horrorizado asombro, convencido de que seguramente había leído mal sus palabras

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Por otro lado, Wangji  intentaba comprender lo que él chico  sentía. La expresión de su rostro enfadado le decía todo. Era evidente que había hablado sin pensar y que hubiera preferido no haberle dado esa información a Wei Ying .

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