Capitulo 23

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Este capitulo es muy muy intenso ajsja

Algunas sugerencias antes de empezar la lectura 😉

Amo a Doja Cat y posiblemente busque canciones que queden con el contenido del capítulo, si son sensibles a las escenas +🔞 les recomiendo saltarse al parrafo donde dice:

Hacia mediados de diciembre

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Wei Ying volvió  como si saliera de un sueño, cayendo poco a poco en la cuenta de lo que había ocurrido y de dónde se encuentran

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Wei Ying volvió como si saliera de un sueño, cayendo poco a poco en la cuenta de lo que había ocurrido y de dónde se encuentran. Advirtió primero el parpadeo de una luz ámbar, luego el tejido de la sábana que se encuentra debajo de su cuerpo, el calor de Lan Zhan apretado contra el suyo, el calor del aliento contra su pelo, el peso de su brazo sobre su cintura. Un instante después, pestañeó y se despertó por completo, sintiéndose totalmente tranquilo y más feliz que nunca.

. Estaba acostado con la espalda apoyada sobre el pecho de su amado, con el trasero perfectamente acoplado en la concavidad de su cuerpo; y sentiste sus muslos, firmemente apretados contra la parte posterior de las piernas del menor. Wei Ying aspiró hondamente, con deleite, los perfumes del cuerpo de aquel hombre: débiles vestigios de jabón y colonia, el olor penetrante de las prendas de piel y su masculino aroma del sándalo. Sintió el ruido sordo del corazón viril, latiendo con fuerza y ​​de forma regular. Se sintieron maravillosamente bien allí acostado.

Lan Zhan. Deseaba poder oír su nombre al menos una vez, disfrutar de su sonido en ese momento. Lo amaba. Lo amaba enormemente.

Un rubor intenso subió a las mejillas de Wei Ying al recordar lo que él le había hecho a su cuerpo. Una extraña sensación de dolor y hormigueo se extendió por su bajo vientre. Una sonrisa se abrió paso en sus labios, y no pudo menos que desear que su amante se despertara y volviera a hacer todo aquello.

Con este propósito, se dio la vuelta para quedarse frente a él. Bajo la luz de la lumbre, le pareció que nunca había visto a un hombre tan apuesto como él. Su pelo caía en ondas ordenadas sobre la frente, y sus finas puntas atrapaban la luz. Durmiendo de aquella manera, sus rasgos delicadamente esculpidos parecían casi etéreos; las pestañas proyectaban sombras sobre las mejillas palidas, el labio inferior estaba relajado y temblaba ligeramente con cada una de sus suaves respiraciones. La cabeza sobre uno de sus brazos doblados, cuya parte interna era ligeramente más blanca, debido a que casi no se exponía al sol. Los grandes músculos y tendones de esta parte de su cuerpo hacían que la piel se extendiera tensa sobre ellos. Lleno de curiosidad, le puso una mano en el pecho y le acarició. Luego se dedicó a explorar con cautela una de sus tetillas, que eran pequeñas. Al tocar una vio que se endurecía ligeramente; y, sin saber muy bien por qué, pensó que Lan Zhan no debía de sentir lo mismo que él.

Lo que dice tú corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora