Capítulo 28

57 27 4
                                    

Sunghye

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sunghye

Hice un puchero mirando el suelo. La melodiosa y ronca voz de Taehyung se escuchaba en la otra línea mientras compartíamos una llamada.

—Entonces... —hablé con voz de niña pequeña— ¿No irás hoy? —cuestioné haciendo alusión al instituto.

—No, hoy papá viajará y quiere que valla con él... iremos a la casa de la abuela. —me explicó.

En parte estaba alegre por él, pero por el otro lado... extrañaría pasar tiempo con él.

—Espero que la pases bien, Tae Tae. —le dije con sinceridad.

—Gracias, preciosa. Mañana en cuanto vuelva nos ponemos al día y te cuento como me fue. —se notaba en su voz lo emocionado que estaba— Aunque, si logro tener un poco de tiempo a solas no dudaré en escribirte. —sonreí a esas palabras.

La voz de mi madre rompió completamente la emoción del momento. Blanqueé los ojos al escucharla llamarme.

—Adiós Taehyung, pásalo bonito. —dije levantándome de mi cómoda cama sin alejar el móvil de mi oído.

—Bonito solo puedo pasarlo si tú estás conmigo, pero intentaré no techarte mucho en falta. —reímos al unísono, él luego de decirlo, y yo después de escucharlo— Adiós, preciosa.

—Cuídate idiota. —murmuré sonrojada y luego corté la llamada.

Dejé caer el móvil en la cama mientras suspiraba mirando el techo y varios corazones imaginarios aparecían flotando alrededor de mi rostro. La última vez que habíamos salido, nuestros besos con sabor a helado, lejos de haber vuelto las cosas incómodas, solo habían servido para unirnos un poco más y ayudar a que hubiera más confianza. Claro, no es como que no puedas tener confianza con alguien con quien has compartido fluidos.

Las fantasías con mi crush tuvieron que ser dejadas a un lado cuando mi madre irrumpió en mi habitación.

—Cariño, vas algo tarde. —dijo mirándome con calidez.

¡De nuevo esa actitud!

Observé su rostro como si le hubieran salido dos cabezas más. Era demasiado extraño que se estuviera comportando como si me amara demasiado cuando ambas teníamos una pésima relación. Desde la noche anterior se había estado comportando raro.

—¿Sunghye? —me miró preocupada.

—En unos minutos me voy, solo debo cambiarme. —solté de forma escueta mirándola una sola vez, dando a entender que quería que se fuera.

Se quedó callada por unos minutos y me crucé de brazos mirándola seria. No la quería cerca, cada vez que se acercaba era solo para herirme o para reclamarme la paga que me dieran en mi empleo de medio tiempo.

—Hoy cenaremos juntas. —me dijo luego de pensarlo mucho y se dio vuelta saliendo de mi habitación.

Cerré la puerta tan pronto ella se fue y recosté mi espalda a la misma. Yo amaba a mi madre, pero ella con sus actos se había encargado de alejarme de su persona y de hacer que creara una coraza para guardar mis sentimientos y para que no me dolieran sus desplantes.

STALKER ; Kth ¹ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora