⪻ Ella correría hasta encontrar la felicidad al final del camino. No sabía que le felicidad la perseguía desde las sombras ⪼
Porque Kim Taehyung, solo ha sido una sombra, y no sabe cómo reaccionar a esa luz que ha aparecido en su camino.
⪻ En el si...
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Narrador
Sus ojos miraron con atención la forma en que Taehyung sostenía a Sunghye contra sí. No pasaba desapercibida la necesidad que demostraban por estar juntos, incluso dormidos. La situación le parecía casi tierna... casi tierna.
Pensó poco después en que su vida seguiría igual de deprimente, en que no podría resolver absolutamente nada para si, para poder ser feliz como quería, como necesitaba. Si algo había aprendido en todo el tiempo que llevaba viviendo, es que las buenas personas nunca eran tratadas de forma igual, y por eso, siempre terminaban siendo usadas, humilladas. Miró una y otra vez la escena, y cuando pensaba bajar del tejado de la casa contigua a la de Taehyung para dejar de mirar por la ventana, su móvil vibró en su bolsillo. Lo sacó de allí y vio el claro y corto mensaje de Jeon.
Hazlo, no te gustará si lo hago yo.
Suspiró lamentando tener que hacerlo, pero no había otra opción. Luego de darle muchas vueltas al asunto, sacó de su bolsillo el otro teléfono que le había dado Jeon, y cumplió justo con su trabajo.
Las cosas parecen ir bien ahora, pero recuerda que siempre hay un ojo que te ve... pequeña castaña.
Cómo había indicado Jungkook que hiciera después, hizo trizas el teléfono y bajó de forma sigilosa del tejado contiguo al de Taehyung. Las calles estaban desoladas a esas horas de la madrugada así que se deshizo de la capucha de la sudadera y guardó las manos dentro de los bolsillos de la misma. El camino se le hacía ameno si pensaba en ser feliz, si pensaba en que una vez todo estuviera terminado, podría realizar sus sueños y tener una vida normal, aunque para ello tuviera que ser un poco egoísta.
Aunque tuviera que ser solo, un número desconocido en el teléfono de Sunghye, y una mierda de persona en la vida, por hacerle daño a alguien más.
(...)
Taehyung acarició con cuidado el cabello de Sunghye mientras miraba el techo. Se sentía muy bien por fin tenerla entre sus brazos, después de todas esas semanas, lo merecían.
La ahora pelinegra acarició el pecho de Taehyung de forma leve con sus dedos mientras suspiraba rendida.
—Creo que ahora si deberíamos hablar... —murmuró y el rojo subió a sus mejillas.
Taehyung continuó dándole cariño a sus mechones de cabello para, luego de mirar el techo una vez más, comenzar a hablar.
—Cuando recién comenzaba el instituto, mi vida era una mierda... era el típico nerd del que todos se burlaban y al que le metían la cabeza en el retrete del asqueroso baño de primaria. —se quedó en silencio por unos minutos mientras buscaba las palabras correctas para decirlo— Un día decidí ponerle fin al asunto... quitándome la vida. —el silencio volvió a ser el protagonista por unos segundos— Pero una niña, hermosa, de cabello castaño con olor a chocolate blanco, me hizo entender que yo era más fuerte de lo que parecía.
