Capítulo 36

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Sunghye

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Sunghye

—Aquí no... —susurré de forma ahogada con los ojos cerrados mientras Taehyung dejaba leves besos en mi vientre bajo.

Estábamos en la biblioteca de la escuela, en un rincón junto al último estante y el lugar está vacío. Nos hemos saltado una clase y aquí estamos, se suponía que me leería algo, pero terminó susurrándome frases calientes en el oído y dejando besos desde mi pecho hasta mi vientre. Mi top no llega a mi ombligo, pero los jeans altos si lo cubren. Suspiré de nuevo y tomé con mis dos manos la cabeza de Taehyung.

—No... aquí no... —murmuré y solté un gemido bajo para luego morderme el labio.

Lamió la piel que quedaba a la vista, que no era cubierta por el jean y luego, sonrió coqueto y subió a mi altura. Respiré de forma agitada y le miré a los ojos. Haber sido una bestia sexual aquel día no me había servido de mucho, porque había despertado a la verdadera bestia, y esa estaba justo en frente de mi. Sus ojos se veían cantarines, casi risueños. Negué con mi cabeza mientras respiraba mal. Cualquiera podría entrar y venir aquí, entonces encontraría a una chica y un chico, casi teniendo sexo en la biblioteca.

—Está bien... aquí no. —sonrió y dejó un corto beso en mi mejilla.

Me extendió su mano y la tomé. Entrelazó nuestros dedos y salimos de la biblioteca. Ya era bastante normal que los demás estudiantes nos miraran, después de todo, Taehyung y yo no habíamos sido la personificación de la palabra discretos con respecto a nuestros problemas. Busqué a Irene frente a su casillero, o por algunas clases, pero no la encontré. A quien si encontré, fue a Min Yoongi con su espalda recostada a un casillero justo al lado del mío. Apreté con algo de fuerza los dedos de Taehyung contra los míos, y él hizo lo mismo, demostrado su apoyo. Mi mejor amigo y yo, no habíamos tenido tiempo de hablar, o de disculparnos mutuamente por nuestros errores. Pero a mi me resultaba verdaderamente difícil acercarme a él y también intentar no ser dura. El que me hubiera ocultado las cosas me había dolido demasiado, y me conocía muy bien como para saber que cuando decidiera hablar con él para hacer las pases, terminaría insultándole y diciéndole las cosas de mala manera.

Quería evitar todo eso, pero también sabía que la conversación: Yoongi-Sunghye no se podía retrasar mucho más.

(...)

—Entonces... ha sido Jimin quien ha hecho que este lugar esté más limpio y organizado. —dije mirando de nuevo la habitación de Yoongi.

Taehyung, a mi lado, solo sonreía mientras daba leves caricias en mi antebrazo. Mi cabeza reposaba contra su hombro y le agradecía en silencio que no me hubiera dejado sola. Había sido un poco difícil hablar con Yoongi, pero aquí estábamos, siendo tan amigos como siempre y con Taehyung haciéndonos reír a cada rato.

STALKER ; Kth ¹ ©Where stories live. Discover now