Capítulo 21

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Sunghye

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Sunghye

Ember Island: Umbrella.🎶

-Muévete, no tengo todo el día Sunghye. -se quejó mamá mientras yo recogía la poca ropa que había en el cubículo del hospital en el que estábamos.

Sentí como resoplaba detrás de mí y casi puedo jurar que está contando internamente para no comenzar a gritarme, tal vez porque hay personas cerca que pueden ser testigos de su mala conducta hacia mi, o sencillamente se ha apiadado de mí por hoy. Una vez toda la ropa está dentro de la maleta que ella trajo esta mañana, suspiro un poco cansada. Mi cuerpo pesa y no molesta estar de pie o sentada, pero puedo sobrellevarlo, llevo varios días siendo una debilucha, tanto física como emocionalmente, y eso no está del todo bien.

-Sunghye. -bufó mamá despertándome de mi pequeña ensoñación.

Asentí a la nada sabiendo que su mirada calcinaba mi espalda y tomé la ropa que había dejado fuera y me cambié ahí mismo. No sentía ni la más mínima vergüenza o pena de exponer mi desnudes a mi madre, después de todo lo era, pero no había que ser adivina para notar que mamá no se sentía del todo cómoda conmigo. Di media vuelta y la miré. Ella y yo compartíamos algunos rasgos faciales, los ojos, los labios, pero todo lo demás era de mi padre. Algunos me decían que era imposible que fuera hija de ambos padres coreanos porque mi fisionomía es más como si tuviera rasgos extranjeros también, pero aquello no me importaba, yo era la única que tenía que saber de quién era hija y lo tenía más que claro.

Mamá levantó una de sus perfectas cejas y me miró con desprecio.

-¿Qué tanto me miras, mocosa? -cuestionó con un bufido y yo opté por ignorarla y tomar algunas de las cosas que yo debía llevar para salir de aquel cubículo del hospital de una vez.

Ella pareció entender mi mensaje porque también se calló luego de soltar un largo suspiro y me siguió todo el camino hasta la puerta principal del hospital, dónde esperamos un taxi que nos dejó en casa.

Deberías conseguir el número del guapo de Jungkook, para que puedas mejorar tu estado de ánimo frotando tu espalda contra la hermosa tableta de chocolate que carga ese bombón en el abdomen.

Ahogué una carcajada y negué con mi cabeza, notando también como mi madre me observaba como si estuviera loca. Calma, esa palabra no duraba mucho en mí entorno. Sólo bastó que todas las cosas estuvieran en su lugar para que ella comenzara a despotricar sandeces por su boca.

-Eres una malagradecida, una maldita mocosa que solo me ha hecho perder oportunidades en la vida. Haz sido mi caos desde que naciste. -gruñó cada palabra con tanto odio que yo solo me quedé observándola como siempre hacía cada que ella comenzaba a ponerse así- El hombre de mi vida me dejó cuando supo que estaba embarazada de ti, y no pude continuar con mi carrera como modelo porque mi panza comenzó a crecer por tu maldita culpa. Eres lo peor que me ha pasado en la vida, Sunghye. Y para colmo de colmos, te digo que vengas a casa y... ¿que haces? Oh, no me digas, yo respondo. -habló como loca, como si ya no pudiera guardarse más aquellas palabras- Te fuiste a ver la lápida de tu padre, porque ni siquiera dejas descansar en paz su alma de todo lo que tiene que ver contigo. Luego, te desmayas porque supuestamente te están siguiendo.

STALKER ; Kth ¹ ©Where stories live. Discover now