Capitulo 30

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Lesly

—¡No otra vez, por favor! — suplica Camila en medio de sollozos.

Alguien se la está llevando para torturarla como siempre lo hacen.

Me da lástima por ella, pero no puedo hacer nada, ni siquiera puedo hacer algo por mí misma en estos momentos y me maldigo por ser tan débil. Rael y Elizabeth se han encargado de hacer de esto un infierno, saben cómo torturar sin matar y como hacer que el cuerpo y la mente de alguien colapse, aunque no sé cuánto le durará su jueguito.

Francamente creo que pronto moriré, Rael ya se está cansando de usarme como objeto sexual pues le gustaba las primeras veces cuando yo me resistía, cuando lloraba, cuando suplicaba piedad y, como ya eso no pasa, se está hartando de mí.

Él está tan dañado mentalmente que le gustaba violarme y ahora que no me importa, ahora que no muestro resistencia, ni siquiera se molesta en mirarme.

Pero Elizabeth... oh, maldita Elizabeth, se ha encargado de ganarse mi más profundo odio y desprecio, antes la estimaba, la apreciaba, pero me traiciono y demostró que no es más que un títere de su hermano. Desde que mostro su verdadera cara no ha parado de recordarme lo idiota que fui al confiar ciegamente en ella, al tenerla en tan alta estima cuando es un ser tan miserable.

Pero así es todo ¿no?, así es confiar en alguien porque es darle a esa persona la manera de destruirte, y ella sí que supo cómo destruirme. Ahora solo me queda decirles ¡felicidades por joderme!

Si lo que querían era una víctima, alguien a quien joder, felicidades porque la encontraron y me jodieron.

Me da pena por Camila, al final ella no tiene nada que ver con esto y la están matando lentamente con sus torturas. No puedo ni siquiera imaginar por lo que debe de estar pasando ahora que se la llevaron, pero sé que está viviendo un infierno.

La puerta la habitación se abre dándole paso a la perra de Elizabeth la cual entra con un plato de comida y un recipiente de agua. Lo pone en el piso como lo harían al alimentar a un perro y yo no puedo evitar sonreír irónicamente.

—Antes era yo la que te alimentaba y ahora tu eres la que me alimenta a mi— digo sonriendo.

Ella bufa— Hay niveles, querida— responde pateando el recipiente del agua.

—Claro— tomo el muslo de pollo que está en el plato y me lo llevo a la boca— los niveles son notables pues yo te alimentaba con lo mejor de lo mejor, pero como tú eres una miserable, sin mi dinero solo te alcanza para arroz con pollo.

—Cállate, zorra— gruñe tomándome por el pelo.

Yo sigo comiéndome el pollo y cuando termino, tiro el hueso al piso.

—Comételo— digo señalándole el hueso— seguramente has de tener hambre.

Su cara se contrae de ira y me empuja haciéndome caer sentada al piso, sé que Rael no le permite tocarme porque si no ella ya me hubiera matado hace tiempo.

—Querían verme destruida, ¿no? — pregunto llevándome un puñado de arroz a la boca —Pues lo lograron, pero ahora verán a una Lesly que no conocían.

—¿Nos estas amenazando? — cuestiona sonriendo — no creo que estés en la mejor condición para hacerlo— se burla señalándome.

Y es cierto, tiene toda la razón, pero, por alguna extraña razón, me siento fuerte. Ellos han despertado una versión de mí que ni yo misma sabía que existía, ya no me tiemblan las manos al verlos, ya no me tiembla la voz para hablarles, y más importante, ya no tengo miedo.

INESTABLES (EN EDICION)Where stories live. Discover now