un rescate y un escape pt.1, pt.2 y pt.3

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CINCUENTA

 ALBERT V-2, ESPACIO




Cuando aparecieron en la nave de los Solaris Marcus se sentía mareado. Era la primera vez que usaba esa clase de hechizos para transportarse.

Frente a él estaba Ambrose, quien vigilaba que nadie los viera. Aunque no importaba que vieran que eran ellos, pues Keith no estaba en la nave y ahora el equipo —o parte de él —estaba junto.

Ambrose le hizo una seña y Marcus se acercó, mientras Medianoche se despedía y regresaba al asteroide junto al cuerpo de Thomas.

—¿Que sucede? —Preguntó Marcus en cuanto llegó a lado del Solaris.

—¿Ves eso? —Le pregunto apuntando a algún punto en el pasillo de enfrente.

Marcus se asomo y lo vio, era pequeño, apenas divisible. Un sinō. Los sinō eran pequeños artefactos diseñados para capturar a alguien y después torturarlo de una manera única hasta su muerte, nunca sabrás cuál es tu final.

Es como ganarse la lotería, inesperado y al azar. La última vez que vio uno, fue hace un par de años en Plutón. Martha casi había caído en el, pero un venado suplió su lugar, segundos después aparecieron un par de salvajes que se llevaron la red con el venado adentro.

—¿Por qué tienen sinōs en una nave? —Le pregunto Marcus incrédulo a Ambrose.

—Usualmente no los usamos —Respondió pensativo. —Sabían que vendríamos por Park y ahora que el poder de la profecía se encendió... —Dejo de hablar.

—¿Que? ¿Qué sucede?

—Los Solaris ya deben saberlo —Tomo a Marcus por los hombros y lo sacudió violentamente — Marcus, ya saben que Park es un elegido.

∆   ∆   ∆

La guía de Ambrose no servía de mucho, pues la nave estaba en constante cambio, siempre moviéndose como una araña tejiendo su telaraña en la cual atrapar a sus presas.

Y en esta —muy literal— metáfora, los elegidos y Ambrose eran las presas, pero debían avanzar, Park era uno de ellos, lo necesitaban y no solo para poder matar a Keith.

Billie aún cojeaba, probablemente no podría salvar su pierna, aunque no le importaba, a diferencia de los demás elegidos ella había obtenido sus poderes unos meses atrás. No dependía de ellos y no los extrañaría si estos desaparecieran en cuanto la profecía fuera cumplida.

A su lado, Thomas, trataba de pensar como lo haría. Ser el guardián del tiempo no le dejaba demasiado tiempo libre, ¿Cómo podría estar con Billie? Volteo a verla y apretó su mano dos veces.

Billie le sonrió y el guardián le devolvió la sonrisa. No necesitaba pensarlo ahora, podrían esperar y el lo arreglaría. Siempre lo hacía.

Siguieron caminando hasta que Ambrose les indico que frenarán. Abrió una puerta e indico a todo el grupo que entrara.

Los elegidos obedecieron y entraron. Entonces Billie se detuvo en la puerta.

—¿Qué haces? Entra —La instó Marcus tratando de jalarla.

GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora