Portales hacia semidioses

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NEPTUNO

Tarquín entró en el metro y se sentó cerca de un hombre que de no haber sido que lo conocía diría que tenía más de lo que necesitaba.

—Hola Doug —Dijo Tarquín

—Estas apurado ¿Cierto? —Pregunto Doug y Tarquín asintió —¿Qué robaste está vez?

—Asalte el banco, no es gran cosa

—En serio tienes que dejar esa vida

—Tú estás mas amargado desde que te casaste. Antes solíamos robar juntos

—Esa vida termino para mí. Cuando te cases me comprenderás

—No gracias, una mujer no sirve para nada

—Yo se que cambiaras de opinión cuando te cases

—No me voy a casar entiende

—Tarquín no puedes controlar el amor, cuando conozcas a la chica correcta como yo con Eliza, lo sabrás y harás cualquier cosa porque se enamore de ti

—Tengo que irme, esta clase de cursilerías, ya me aburrió. Adiós Doug —Dijo Tarquín molesto


Salió del metro y se interno en el bosque. Tarquín ya había caminado un buen rato, cuando Poseidón se le apareció en frente. Se detuvo, el dios solía regañarlo todo el tiempo ya que no aprobaba lo que hacia.

—Tarquín... —Dijo Poseidón molesto.

—Ah... Poseidón, que tal... padre... verás en este momento estoy muy ocupado, así que...

—Silencio -Dijo Poseidón interrumpiéndolo —Me has desobedecido te dije que ya no lo hicieras

—Hacer ¿que?

—No acabes con mi paciencia

—¿Paciencia? No sabía que tuvieras tal cosa —Dijo Tarquín burlándose

—No estoy jugando

—Sabes padre no por que seas un Dios, quiere decir que no te afectan los poderes —Dijo Tarquín tocando con el dedo índice el pecho de su padre —Adiós viejo

Poseidón empezó a flotar, cada vez iba más rápido. Tarquín amaba poder controlar la gravedad, ya que la podía concentrar en un solo objeto.

—Taaaaaaaarquííííííííín

—Ahí está, vamos por él —Gritaron los guardias detrás de el.

Tarquín empezó a correr. Nada le impediría huir de los guardias. Corrió como nunca en su vida. Tarquín ya había puesto distancia entre él y los guardias de Poseidón, cuando de l nada apareció un portal del que salió una chica que se estrelló contra él.

Tarquín calló de espaldas y la chica empezó a flotar.

«No tengo porque ayudarla» pensó Tarquín.

Se levantó y entró en el portal antes de que sé cerrará. El portal lo llevó a una nave. Tarquín salió de la cápsula de emergencia y entró en la sala de comando. En la sala estaban dos personas un hombre, no mayor que el y una señora, de unos cuarenta.

—Cállate, ya me hartaste. Acaso crees que no se pilotar una nave —Dijo el chico.

—Solo te estoy diciendo que así no se hace. Sabes que mejor hazte a un lado yo lo haré —Dijo la mujer poniendo las manos en el volante.

GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTONWhere stories live. Discover now