La fuente de los Sklaret

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CUARENTA Y OCHO

MEERET, ANDROMEDA



Martha y Zelick contemplaban el lago que solo brillaba cada vez que alguna de las criaturas dentro de él se acercaban a la superficie. Podrían pasar si el puente aún existiera o si ella pudiera abrir un portal estable, lo cual veía improbable.

—No podemos quedarnos aquí sin hacer nada. —Proclamo Martha levantándose del suelo arenoso.

—Cualquier idea es bienvenida —Respondió Zelick con un tono amargo mirando hacia el lago.

—Es una mala idea, pero podría intentar abrir un portal...

—Aun no estás lista Martha —Replico Zelick descartando la idea de inmediato. —Aunque podríamos hacer algo.

—¿Que?

—Martha ¿Por qué no lo pensamos antes? —Cuestiono Zelick, tomando de los hombros y sacudiendo a Martha.

—No lo sé... ¿Se nos olvidó? ¿No se nos ocurrió? —Respondió Martha asustada por no saber de qué idea hablaba Zelick.

—Estos túneles —Exclamo Zelick feliz estirando las manos.

—Sí, los túneles —Respondió Martha asintiendo.

—¿No lo entiendes? Tú dijiste que había un grupo de mineros. —Volvió a exclamar como si fuera algo evidente.

Martha solo asintió.

—¿En serio crees que para salir solo usaban el puente? Debe haber otro túnel que nos llevará directo a la salida.

—Cierto, o uno que nos lleve a la cueva de los aprendices —Aventuro Martha con los ojos tan iluminados como los de Zelick.

—Ahora solo debemos tomar el camino correcto, lo cual mi querida amiga no será problema. —Aseguro Zelick mostrándole a Martha una simbología en la pared.

Solo debían seguir los túneles que tuvieran un "^" al inició. Corrieron checando cada uno de los túneles cuando Zelick grito victorioso.

—Aquí esta. Vamos

Zelick ya había entrado al túnel dando saltitos de felicidad pero se detuvo en cuanto vio que Martha no lo seguía.

—¿Qué sucede? —Pregunto extrañado volviendo a la boca del túnel.

—Esto es demasiado fácil, piensa —Razono Martha aun en la entrada del túnel —¿Por qué un montón de videntes ciegos necesitarían señales para volver a casa?

—Cierto —Le dio la razón Zelick saliendo del túnel. —Pero ¿Qué haremos?

Después de unos minutos de silencio Martha respondió entusiasmada.

—Envía una rata por cada túnel y la que no vuelva ese es el camino que debemos tomar.

—Podría funcionar, pero algunos túneles se dividen en dos o tres ¿Qué haremos entonces?

—Zelick no te subestimes sé que puedes hacer que tus ratas se dividan en dos o tres en tal caso —Respondió Martha instando al chico a hacerlo.

—Bien, pero insisto en que es una mala idea. —Dijo Zelick antes de que sus ojos brillarán de color ver y las ratas comenzarán a salir de sus brazos, yendo respectivamente a cada túnel. —Listo, ahora solo debemos esperar.

GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTONOnde as histórias ganham vida. Descobre agora