Cambia formas temporales

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CUARENTA Y NUEVE

ASTEROIDE 79, CINTURON DE ASTEROIDES

Los ojos y las manos de Park se comenzaron a llenar de electricidad al mismo tiempo que gritaba. Era demasiado poder que lo terminaría destrozando si no lo liberaba.

Cayo de rodillas, y la electricidad empezó a generase a su alrededor formando un pequeño domo que lo rodeo, levantándolo del suelo.

Billie sabía lo que ocurriría antes de que sucediera, así que en el último segundo tomo impulso y puso a River como su escudo. Y tal como pensó Billie que pasaría, la energía se liberó electrocutando a todos, sin excepción, aunque la profecía bajo la intensidad de la electricidad en los elegidos.

Las gárgolas y Kay cayeron de los cielos, los elegidos y el resto de los Solaris también cayeron, pero a River le llego la peor parte, pues en el deseo de Park de salvar a Billie, un rayo de electricidad pura, que lo hubiera matado si no estuviera maldito, choco contra él.

Billie estaba aturdida, el escudo no había sido suficiente para amortiguar el golpe, de reojo creyó haber visto algo, pero necesito un par de segundos y un montón de parpadeos poder enfocar la vista.

Dale tenía a Thomas en medio del círculo de velas, cuando apenas reaccionó, fue demasiado tarde, ya lo habían matado.

Thomas estaba muerto, eso no era posible, no podía, Thomas era un elegido. Debía vivir, debería estar vivo para que todos matarán a Keith, debían cumplir la profecía con él, debían...

Sus pensamientos se detuvieron cuando vio lo que Dale hacía.

—Resuσταίrus Σολris¹ —Repetía el Solaris mientras la sangre de Thomas comenzaba a unir las piedras de los Solaris, volviendo a formarlos.

A su lado, estaba Park, quien no reaccionaba del todo. Billie no sabía que debía hacer, ya todo estaba hecho. Se levantó y comenzó a caminar entre las rocas que seguían rodando para formar a sus respectivos dueños.

Cuando menos lo pensó un Solaris la tomo y la lanzo hacia el lago, donde el mercurio nuevamente la jalo al fondo. Aunque, de cualquier forma, con su pierna rota no podría hacer nada por ella. O por Thomas.

Ambrose vio como Billie caía al lago, necesitaba salvarla, pero primero debían deshacerse de los Solaris. Volteo a ver a su alrededor para ver cómo se llevaban a Park, arrastrándolo a la nave Solaris y Kay era prácticamente devorado por las Gárgolas.

Tomo su ballesta y lanzo una flecha explosiva hacia las gárgolas, antes de correr hacia ellas. Al llegar agarro la mano de Kay y lo jalo hacia el lago. No podría hacer nada por Park, aunque sabía que su prometido entendería que salvara a los elegidos antes que a él, de eso se trataba la rebelión.

Habían jurado proteger a los elegidos antes que a nadie. Y Park entraba en ese nadie. Se lanzó al agua con Kay, antes de que los Solaris se recuperaran del todo. Dentro del agua encontró a Billie fácilmente.

La profecía hacia que los Solaris vieran un resplandor en los elegidos, Ambrose se acercó a ella y la jalo, comenzando a nadar únicamente con los pies, pues Kay estaba inconsciente igual que Billie.

Los saco del lago y se tardó en hacerlos despertar. La primera en despertar fue Billie, que comenzó a gritar por el dolor del mercurio entrando por la herida que el hueso roto había provocado en su pierna.

Después siguió Kay que tenía el abdomen sangrando. Aunque era solo una herida superficial, al poder convertirse en reptiles su piel era más gruesa.

—Mierda —Exclamo Kay agarrándose la frente. —Eso sí que fue una pelea.

GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora