GUARDIANES | LA OSCURIDAD: FASE 1, PLUTON

Problemas veloces

TIERRA

Trato de correr a pesar de la herida que tenía en la pierna, le habían disparado para evitar que saliera de la institución.

Dos meses antes la habían capturado y encerrado en ese lugar para intentar adivinar porque tenía superpoderes. Camino arrastrando la pierna, la sangre que manaba del tajo de la cabeza comenzó a caer en sus ojos cegándola.

Se limpio la sangre justo cuando un disparo llegó muy cerca de ella, se apresuró provocando que la herida ardiera, el hombre que la perseguía le volvió a dar en la pierna. Se derrumbó soltando un alarido de dolor.

El hombre se acercó a ella la tomo de la pierna y la comenzó a jalar de vuelta al laboratorio. Billie le dio una patada en la entrepierna al doctor e intentó huir de nuevo, pero el doctor metió su dedo en el hoyo que había dejado la bala, provocando que Billie gritara. La golpeó en la cabeza con la pistola dejándola inconsciente.

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Cuando despertó estaba de vuelta en el cuarto, tenía vendas en la pierna y encadenados el tobillo y las manos en una sola cadena sellada con un candado.

Trato de abrirlo justo cuando el doctor entro con un vaso lleno de pastillas y una botella de agua.

—¿Tomarás tus medicinas? —Le preguntó el doctor dejando el vaso cerca de Billie.

—Esta enfermo, no puede encerrarme.

—De hecho si puedo, no eres de este planeta por lo que no tienes los derechos que tendría un terrícola. Dime ¿De donde vienes? ¿Esto es un mensaje? ¿Nos invadirán? ¿Qué nos harán? ¿Puedes comunicarme con tu nave?

—Es tut mir leid, dass mein Kapitän nicht mit Ihnen sprechen möchte, es sei denn, ich habe mich befreit¹ —Respondió Billie en alemán.

—¿Ese es tu idioma natal? ¿De dónde es? ¿Marte? ¿Saturno?

—Idiota, para ser doctor eres demasiado estúpido, hablé alemán y para tu información vengo de Detroit. Marte jajajajaja, los extraterrestres no existen, no se porque corro rápido, pero se que los puedo demandar por mantenerme cautiva.

—¿Vienes de Detroit? —El doctor pareció incrédulo.

—¿Qué esperabas que viniera de Júpiter? —Dijo Billie soltando una risa ronca. —A la próxima infórmese mejor hijo de...

—Lo siento no podemos dejarte viva, sabes lo que hacemos aquí, por lo que no puedes seguir con vida. Además necesitamos hacerte una autopsia para saber que generó tus poderes. Tal vez en un futuro todos podamos tener poderes gracias a ti.

—Estas en-fer-mo, enfermo. Suéltame o tendré que hacer algo que no quiero hacer.

—No tienes derecho a decir eso ¿Ó tengo que recordarte quien está encadenado?

—Me liberaré y te mataré lo juro.

—Suerte —Le respondió el doctor cerrando la puerta

«Voy a salir de aquí, como sea» Pensó dándose confianza.

Los siguientes días fueron la misma rutina, despertar a las ocho de la mañana desayunar a las diez en punto, medicinas a las dos y cinco, cena a las diez, dormir a las diez y media.