Una invitación inesperada

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Al soltar esas palabras todos sus músculos se tensaron y me levantó la cabeza para que me apartara.

-Es hora de ir a dormir, yo mañana voy a trabajar, tú puedes quedarte aquí. Buenas noches.-
Subió las escaleras y yo me quedé un poco asombrada por su comportamiento.
Me levanté y fui para mi habitación, pero antes de meterme en cama le mandé un mensaje a mi madre: "Hola mamá, ¿cómo estás?, mañana me paso un ratito por casa y hablamos. Te quiero." Me metí en casa y enseguida me dormí.
(...)
Desperté con el sonido de la alarma, no tenía hambre entonces me vestí para ir a trabajar; lo que iba a llevar el día anterior. Al llegar a la cocina, Rose me dijo que me iba a hacer mis tortitas y le dije que no se molestara porque no tenía hambre; cogí las llaves de la moto, porque Richard se había encargado de traérmela.
-Bueno Rose, nos vemos luego, adiós.
-Hasta luego Summer.
Me subí a la moto y me fui, eran las nueve menos cuarto cuando llegué a la oficina, entré y fui a junto de Jessica.
-Hola Jessica.
-Hola Summer, el señor Brown aún no ha llegado.
-Lo sé, iré para el despacho. ¿Hoy tenemos reunión?
-Vale, viene el señor Tanaka pero creo que es solo para hacer una pregunta.-Asentí y fui para el despacho.
Abrí el portátil y miré algunas redes sociales mientras Connor no llegaba, pero no tardó en hacerlo.

-Buenos días.

-Hola.-Dije seria.
-Rose me ha dicho que no has desayunado, ¿por qué?
-Porque no tengo hambre.
-¿Por qué has venido a trabajar? Te dije que podías quedar en mi casa.
-¿Puedes dejar de hacer tantas preguntas? Ya sabes por qué he venido, ahora hablemos de trabajo, hoy recogeré mis cosas y me mudaré para casa de mi tía.
-¡No!-Gritó y yo miré para él sin entender nada.-No te vayas, por favor.
Volví a mirar para el portátil y sonreí, mi jefe se sentó a mi lado y también encendió su portátil.
-Siento lo de anoche, no me gusta hablar de ella.
-Déjalo.

-No, escúchame.

-Connor, déjalo. Hablaremos de trabajo.-Asintió y empezó a teclear en su portátil.
Pasaban las horas y no nos dirigimos la palabra, ya eran las doce y media y Jessica llamó la puerta antes de entrar.
-Summer, el señor Tanaka está aquí y quiere hablar solo contigo.
-¿Conmigo?
-¿Con ella?-Preguntó Connor a la vez que hablaba yo.
-Así es.-Asentí, me levanté y salí.
-Hola señor Tanaka.
-Hola señorita Fisher, he venido sin avisar porque quería hacerle una pregunta.
-Claro, dígame.
-¿Le gustaría venir a cenar conmigo el sábado?-¿Qué? No.
-Claro, pero todavía no sé si puedo porque estoy un poco liada estos días.
-Pues tome mi tarjeta y me llama cuando pueda.-Me dio la tarjeta, guiñó un ojo y se fue.
Miré para Jessica con una ceja levantada sin entender lo que acababa de pasar y se empezó a reír, Jessica me caía bien, era una chica muy simple y agradable; sabía que acabaría cogiéndole cariño. Connor me vio hablar con Jessica, se levantó y vino a junto nuestra.
-¿Era algo de la reunión del otro día?
-No.-Dije y a Jessica le salió una sonora carcajada que hizo que yo también me riera.
-¿Qué quería?
-Solo me ha pedido una cita señor Brown.-Contesté educadamente y él se quedó quieto unos segundos pero luego habló.
-¿Y qué le has dicho?
-Creo que eso ya no le interesa-contesté y se fue para el despacho.

-No le ha parecido muy bien, creo que lo tienes loquito.-Dijo Jessica guiñándome un ojo.

-¿Qué dices Jessi? No.-Me reí y volví para el despacho.
Connor ni siquiera me miró cuando me senté pero empecé a mirar unos apuntes de la próxima reunión.
(...)
Por fin eran las dos, recogí mis cosas y me fui; estaba cogiendo la moto cuando escuché como me llamaban.
-Summer.
-Hola Richard, dime.
-¿A dónde vas sola?
-Voy a mi casa, quiero ver a mi madre.
-Vale, nos vemos luego en casa de Connor.-Asentí, sonreí y subí a la moto.
Arranqué y cuando llegué a casa de mi madre saqué una mascarilla del bolso y me la puse, al abrir la puerta vi como mi madre venía hacia esta y yo sonreí.
-Hola mamá.
-Hola cariño, ¿cómo va todo? Tenemos mucho de que hablar pero solo quiero que te quedes diez minutos.

-Está bien, está bien.-Dije levantando las manos en el aire mientra me iba para el sofá.

Narra Connor
Sabía que estaba tan distante porque aquella noche no le había contestado a lo de Natalie, la iba conociendo, no había sido justo que ella me contara lo de su pesadilla y yo no le contestara a esa pregunta tan ridícula pero no quería ni pensar en ella; aunque debía hacer algo.


Estaba en casa pensando y llamé a Jessica para decirle que no iría a trabajar esa tarde, llevaría a Summer a hacer surf a una de las playas más bonitas que había visto nunca; a la cual, iba siempre solo.

-Hola Rose, ¿aún no ha llegado Summer?-Pregunté al entrar en casa.
-No, aún no Connor. ¿Qué ha pasado?-Preguntó al ver mi cara de decepción.
Rose siempre ha estado conmigo, desde que fuéramos a vivir para Seattle y cuando me mudé para San Francisco, ella también vino. Siempre la había querido muy bien por lo buena persona que era.

-Anoche me ha preguntado por Natalie, sin contestar me fui para cama. No entiendo por qué la conoce.

-Es culpa mía, el otro día la nombré sin querer y tendrá curiosidad, deberías decírselo; creo que le gustas.-Contestó mientras salía al jardín.
Me senté a comer y cuando escuché como se abría la puerta me levanté corriendo para ver si era ella, y así fue. 

Venía con el casco en una mano y sonreía mirando el móvil que lo llevaba en la otra, tenía cara de felicidad pero en cuanto levantó la cabeza y me vio toda su felicidad se esfumó.

-Hola.

-Hola.

-¿Has comido?
-No.
-Rose ha preparado algo rico, ven.-Dije yendo hacia la cocina.
Le eché comida en el plato, y se sentó; sabía que no tenía muchas ganas de comer, pero tampoco había desayunado y no podía estar así.

-Mmmm, está riquísimo.-Asentí.-Hoy me iré, ¿vale?

-Summer no, quédate unos días.-Contesté casi suplicando y ella me miró levantando una ceja.-

Para saber que tu madre está bien digo.

-Iré para casa de mi abuela, no para mi casa.

-Por favor.-Se levantó y lavó su plato.-Esta tarde no iré a trabajar, por lo tanto tú tampoco, voy a hacer surf; ¿quieres venir?-Miró para mí y vi un brillo en sus ojos.

-Hace años iba todos los veranos con mi padre, ¿no te importa si voy?
-No, marchamos en media hora que después se llena de gente.-Salí de la cocina con una sonrisa de oreja a oreja y ella fue a su habitación.


¡Hola florecillas! Perdonadme por haber tardado tanto en escribir, me han quedado tres asignaturas y he tenido mucho que estudiar pero... ¡las he recuperado! Ahora os digo en serio que subiré capítulo cada día, o lo intentaré, esta vez va en serio jejeje; perdón. Espero que estéis super bien y a disfrutar el veranito. No olvidéis votar y comentar si os está gustando.

Un abrazo fuerte, Ris. 🌷

Sr. BrownWhere stories live. Discover now