Sr. Brown

Por supuesto, señor Brown

Cinco meses después...

Pasaban los meses y no había vuelto a saber de él.

Una semana había pasado desde mi "casi muerte" cuando les conté a mis padres lo ocurrido, se habían puesto muy nerviosos pero les conté toda la historia, al igual que a mis amigos. Las navidades las pasamos en mi casa, habían venido mis tíos con Matt y un hermano de mi padre, pero no le llamaba tío ni nada. Estuvieron bien pero fue cuando más extrañábamos a mi abuela.

-¿Habéis visto el día tan estupendo que hay hoy?-Preguntó Mark.

-Sí, podemos coger el barco de mi padre e ir a dar una vuelta.-Contestó Lili.-Es más, tengo una idea mejor, vamos este fin de semana a navegar, un mini viaje. Te dejarán en el trabajo Mark.

La verdad es que el sol era fuerte y calentaba, aunque estábamos en octubre se veía un día esplendido y eso había levantado mi estado de ánimo. Un poco.

-¿Tú qué dices Su?-Preguntó Luck.

-Claro, me parece bien.-Contesté.

Llegamos al puerto poco después de que cada uno cogiera su maleta, estábamos en marzo y daba gusto el tiempo que había. Nos subimos en un barco, era bonito y moderno, grande y me recordaba al de Connor, un poco.

Mark e Lili eran los encargados de manejar el timón, Luck y Nicky iban sacándose fotos y yo simplemente me había sentado en una esquina del barco y miraba el mar a la vez que veía como la costa se alejaba. Pasamos por el lado de un isla, nuestra isla. La isla a la que había ido con Connor. Connor.

Narra Connor

Ya habían pasado cinco meses, veía a Summer muchas veces. Sí, la veía, pero ella a mi no. ¿Por qué? Porque solo pasaba por delante de su universidad o de su casa para verla, me pidió que me fuera. Me lo pidió por favor. ¿Qué iba a hacer? ¿Seguí detrás de ella a todas horas aún cuando no me quería ver ni en pintura? Pues no.

Sabía que Issi y Jeena quedaban con ella muchas veces, me alegraba saber que aunque nosotros ya no estuviéramos juntos, ella siguiera quedando con sus nuevas amigas. Yo quedaba con ellas y con John y Stephen todas las semanas, procuraba mantenerme entretenido porque el simple hecho de saber que puede estar con alguien más me mataba...

Las navidad volví a Seattle, Sophie se había puesto pesada porque no quería que estuviera solo, pero eso no me preocupaba.

Prefería estar solo, total, cuando llegué mis padres estuvieron con cara de póker todo el rato así que decidí volver para San Francisco en fin de año, aunque a mi hermana no le había parecido bien.

La empresa iba bien, ya no iba tantas veces a ver a Summer aunque estaba a todas horas en mis pensamientos, todavía me preocupaba que pudiera estar con alguien más, eso estaba claro, pero no podía hacer nada.

-¿Qué te pasa Connor? Llevas un tiempo muy raro.

-Rose, tranquila, no es nada.

-Summer, ¿cierto?

-¿Lo sabes todo?-Pregunté medio riendo y asintió.

-Bueno no, todo no, pero esto es muy obvio querido.

-Ya, bueno...-dije sentándome en una silla del comedor.

-No haces más que trabajar desde que has vuelto y... bueno, no se te ve muy buena cara; deberías hablar con ella.

-Ella no quiere hablar conmigo.

-He visto como te miraba, Connor. Aunque no quiera hablar contigo es obvio que te extraña.

-Ha pasado mucho tiempo...

-Y si tú estás así, ella debe estar igual.

-¿Tú crees?