A n s i e d a d

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"La ansiedad es la mente yendo más deprisa que la vida"

Es curioso cómo se siente la ansiedad:

Es estar pensando constantemente en el futuro, pasar más tiempo en alerta que descansando, el sentir que, tu corazón se acelera y temés a lo peor –aunque tal vez no haya amenaza posible-, sintiendo angustia y preocupación constante, mientras te falta el aire y, por más que respires sentís que no vas a poder más. Y, todos y cada una de las noches, teniendo dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido, o, en el peor de los casos, tener algún ataque de pánico.

Y, ni hablar del despertar con ansiedad. El que, consiste en preocuparse excesivamente por las cosas que tenés que hacer, sintiendo un dolor en el pecho y/o tensión en los músculos, con probables alteraciones del sistema digestivo, fatiga, taquicardia, hiperventilación, agotamiento físico y/o mental, y... tantas cosas más.

Tal vez lo más difícil es cuando amas a alguien que padece ansiedad: La frase "está bien" nunca se puede usar lo suficiente. Son dos palabras que detienen cada pensamiento que pasa por su cabeza. Y, honestamente, nunca se puede decir lo suficiente.

A veces solo tenés que escuchar: vas a tener estas situaciones en su mente, van a saltar del punto A al B y a veces ni siquiera vas saber cómo llegaron allí. Lo mejor que podés hacer, es dejar que vayan por la tangente.

Nunca, pero nunca sugieras que están exagerando. Quizás para vos, podría parecer irracional. Pero para esas personas, sea lo que sea lo que te digan, es algo que en realidad los mantiene despiertos por la noche. Probablemente no dormiría en toda la noche. Ya sea que les lleve un tiempo quedarse dormidos o permanecer dormidos, vas a ser despertado luego. Solo mantenete cerca y la comodidad de tu presencia, podría ser suficiente para que se vuelvan a dormir.

No te enojes si envían muchos mensajes, en algún momento podrías encender tu teléfono y ver cuatro o cinco mensajes de esa persona en él. Si podés, recordá que no es que están tratando de ser molestos. A ellos les importa, se preocupan demasiado y saben que les hace quedar mal. Simplemente no pueden evitarlo.

Al considerarme casi experta en este tipo de situaciones, a continuación te sugiero algunas frases que nunca debes decirle a una persona ansiosa:

Está bien si querés cancelar, no te obligues a nada: Sé que es una pena ver a una persona ansiosa entrar en pánico por algo que tiene que afrontar. El problema es que huir de las situaciones de ansiedad es exactamente lo que mantiene viva la ansiedad. En lugar de fomentar la evasión, fomentá la superación.

¿No podés hacerlo? Dejame hacerlo por vos: Es doloroso ver que alguien con ansiedad deje una tarea para más tarde, porque sabe que le va a producir ansiedad. Aun así, aguantá las ganas de hacerlo en su lugar. Si te convertís en una muleta, la persona seguirá paralizada.

Descansá mucho, recupérate, ahorrate eso: Es cierto que las personas ansiosas suelen dormir mal, cuidarse poco y hacés bien pedirles cuentas. Pero no lo olvides; la ansiedad no es un problema que se supere descansando, sino afrontándola en pequeñas dosis, un pequeño reto al día.

Poné tu salud mental en primer lugar: Esta frase no es completamente errónea, pero mucha gente confunde "cuidar la salud mental" con "protegerse de cualquier cosa estresante". Nunca animés a una persona ansiosa a protegerse de la ansiedad, sino a aprender técnicas de autocuidado y de afrontamiento para mantenerse fuerte. Insentivá a la persona para que se fortalezca.

Finalmente, he aquí unas palabras de alguien que padece ansiedad, y que por fin lo admite, delante de ustedes:

En general, casi todo está pasando en mi cabeza. Es decir, la ansiedad no siempre se nota. Pero es importante no estereotiparla, ya que todas las formas de vivirla son válidas, créanme. En ocasiones, me siento como una carga y me guardo casi todo lo que siento, por miedo. Descubrí que la comunicación constante y asertiva es importante para trabajar esto.

Te pido que me tengas empatía si me ves redundando una y otra vez en la misma idea o sentimiento, a veces me cuesta no imaginar escenarios catastróficos, aunque en el fondo sepa que no son reales. No necesito que me tengan lástima, jamás me gustó cómo funciona eso, tampoco pido que me traten diferente. A decir verdad, el trastorno de ansiedad es uno de los más comunes del mundo, y no define quienes somos como personas.

Algo que generalmente no me gusta aclarar, pero, si te pido que hagas en caso de conocerme, es que no invalides mis emociones. Creo que es importante sentirme segura de expresarme para poder atravesar los picos de ansiedad. Evitá decir cosas como "no es para tanto" "no te estreses "o "ponele onda/echale ganas". A veces solo necesito que estés ahí, conmigo. Está bien si no siempre sabes qué decir, igual no siempre quiero escuchar. A veces solo quiero sentirme acompañada.

Vale destacar también, que no todos los días son tan malos como parecen. Con una buena compañía real de apoyo y atención profesional, la ansiedad se puede trabajar y atender. Les comento esto para quienes también padecen esto. Se vale decir que no estás capacitado o emocionalmente disponible para ayudar, pero, si querés ayudar, hablá con tu persona con ansiedad sobre cómo podés hacerlo. Todos tenemos necesidades distintas. Solo es cuestión de darnos un empujoncito, para poder trabajar nuestras emociones y nuestra mente, con inteligencia.

En nombre de las personas con ansiedad, quiero agradecerte si alguna vez fuiste de ayuda o salvación de una persona con este trastorno. No te das una idea del apoyo que fuiste en ese momento, y de cuánto pudiste salvar de esa persona. 

Gracias por ser apoyo. 

Diario de una chica "Loca"Where stories live. Discover now