El miedo y el enemigo

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El enemigo... el enemigo somos nosotros mismos. Somos la pared que debemos saltar para superarnos, el enemigo que debemos vencer. Nosotros somos nuestro propio enemigo, cuando tenemos miedo, cuando dudamos o no creemos en nosotros, o en lo que somos capaces de dar...

Tal vez ese sea el mayor miedo que todos debemos enfrentar. Ser vistos como somos en realidad...

Y sí, solemos tener miedo. ¿Cómo no tenerlo? Es decir... una de las preguntas diarias que rondan mi mente antes de publicar lo que escribo es... ¿Será esto suficiente? ¿Será suficiente mi verdadero ser?

Y es que, al escribir es la única vez que me siento yo misma. Siendo quien realmente soy, sin filtros, sin prejuicios, sin tener que cumplir obligaciones o estándares que otros me colocan. Escribiendo aquí, siento que no le debo nada a nadie más que a mí. Acá, nadie más yo espero algo de mí.

Aquí no me debo a nadie más que a mí y a mis lectores...

Y, para ser sincera... Todo lo que busco en la vida es eso... Poder ser como soy aquí, en mi vida diaria. A veces quisiera dejar todo en manos de la suerte, y que, por un solo día nada sea normal; poderme levantar sin que la alarma me despierte y sin tener cosas pendientes, quiero andar despeinada y dejar mi habitación al revés. No ser la adulta responsable, ni la hija abnegada, no la directora creativa, ni todas las demás etiquetas que se me colocan diariamente...

Solo soy yo, con la libertad de escribir todos y cada uno de mis sentimientos, transmitiéndolo a quien más lo necesite. De leer cuantos libros quiera, cuando quiera; de viajar por el mundo, conociendo personas y lugares tan bellos que no los podemos imaginar...

Ser un alma libre y un corazón contento: que no son esclavos del tiempo, la rutina y las obligaciones... sino de los impulsos que, tal vez sean lo más real que tenemos las personas. Tal vez sean lo más real que yo tengo.

Así que sí, claro que todos tenemos miedo. Porque el mostrarnos sin armadura, por supuesto que asusta; porque es dejar a la intemperie de las malas intenciones, nuestro corazón. Pero no olvidemos, que también es dejar nuestra alma al descubierto y a disposición de las nuevas cosas, generalmente aventuras y experiencias... Aprendizaje. También tristezas, sí, pero igualmente alegrías. Porque hay tanto por vivir...

Así que tal vez lo que necesitamos de vez en cuando es reflexionar en esto, y poder tomar el valor guardado en nuestro interior para enfrentar ese miedo que nos persigue... para vencerlo. Vencer a ese enemigo que tenemos dentro y que de una u otra manera siempre se hace escuchar. Solo es cuestión de enfrentarlo, y, tarde o temprano ganar.

Vos, ¿qué miedo querés vencer?

Diario de una chica "Loca"Where stories live. Discover now