Dedicado a todos aquellos que se preguntan si escribo sobre ellos: Lo hago.
Y no... No estoy loca. Aunque este diario es la prueba más sensata que tengo...
Desde que te fuiste, todos me dicen que voy a estar bien... Que nada va a pasar si me faltas, que las heridas que tiene mi corazón, las cura el tiempo... Me dicen que me acostumbre a vivir sin vos. Que nada es para siempre y que pasará.
Pero sé que no puedo acostumbrarme a vivir sin vos. Te extraño y todavía, mi alma siente frío, para mí aún no te has ido, tengo tu presencia tan cerca mío. Para mí, no hay forma de olvidarte. Sos lo que más he querido en esta vida, me enseñaste tantas cosas... Sinceramente, no sé cómo seguir sin vos... Dejando atrás lo que más he querido... Me hiciste tan bien...
Dicen que las heridas que nos deja un gran amor, a todas por igual las cura el tiempo, pero, ¿cómo haré para sanar las heridas que me dejaron tu pronta partida? Siento que te extraño cada día más, y que cada vez me es más difícil no extrañarte... ¿Cómo vivo sin vos? Quisiera poder abrazarte, tan solo por última vez...
Ya son dos meses desde que te perdí... Te extraño cada día un poco más, con locura y dolor. Siento que no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas al recordarte, al hablarle de tus aventuras a las personas.
Escribiendo estas palabras, tengo un nudo en mi garganta, y es como si el dolor estuviera clavándose en mi corazón con fuerza y reclamo, un par de lágrimas caen de mis ojos, tal vez necesito un abrazo y una charla reconfortante... Ojalá estuvieras acá para darme ese cariño incondicional que siempre tenías para mí cuando llegaba a casa luego de un largo día, con un único deseo: llegar a mimarte.
Espero que donde estés tu corazón esté bien cuidado, mi pequeñín. Mi gran "amorrr", con un corazón tan grande, de aquí, a la luna.
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