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Cuando iban casi a llegar al final del pasillo, vieron que desde el otro lado, cubierto por la pared que se bifurcaba a la derecha, un brazo arrojaba algo hacia ellos. Un objeto redondo, pequeño, que cayó con un golpe sordo encima de la alfombra.

—¡Cuidado, atrás! —gritó Ron, cuando vio de lo que se trataba. Sujetó a Jason y Rod al tiempo que los hacía retroceder, y entonces la granada explotó. El estruendo se sintió en los oídos de Ron como si le hubieran estallado los tímpanos de un bofetón, y al instante se sintió atontado. Sintió que algo se clavaba en su hombro izquierdo y en su espalda, aunque en la espalda solo sintió el golpe, ya que aún tenía puesto el chaleco antibalas. Debía ser metralla, pensó.

El empapelado de las paredes se hizo girones, en medio de la confusión, los gritos de varios hombres y algunos disparos. Parpadeó un poco, de forma aturdida, y vio a sus colegas. Jason estaba bien, al igual que Rod, quien solamente tenía sangre en la pierna izquierda. Sin embargo, los que se llevaron la peor parte fueron quienes estaban más adelantados en el radio de la explosión: Beckerly, y al menos ocho de sus hombres. Yacían en el piso, entre el polvo que volaba y el daño de la explosión, muertos. A Beckerly le faltaba un pie, su cuerpo estaba destrozado del tórax hacia arriba, y algunos de sus hombres, los que aún quedaban vivos, se encontraban en mal estado. Algunos habían quedado instantáneamente ciegos, al recibir la metralla casi de forma directa en el rostro. Otros, sin embargo, se hallaban todavía demasiado aturdidos como para continuar adelante.

Dos hombres asomaron por el pasillo, con sus ametralladoras en alto, pero algunos de los Rippers se encargaron de ellos, junto con Ron, quien también empuñó su Scar para dispararles. Dios, como le dolía levantar el brazo izquierdo, pensó. Se miró de reojo el hombro un instante, para comprobar que estaba sangrando, y corrió hacia el final del pasillo, bien pegado a la pared.

La sala que veía era extensísima, casi tanto como la anterior o incluso un poco más. La escalera que habían visto al principio del pasillo también era de mármol, como por la que habían subido, con la única diferencia que al llegar a un rellano se dividía en dos. El decorado era muy similar, a golpe de ojo, Ron pudo ver un piano, muchos cuadros caros, plantas de interior y muebles finos, como sillones, minibares, mesas, bibliotecas, una chimenea a leña, y muchas otras cosas más. También había varias puertas: a los lados, por lo cual Ron imaginó que debían dirigir a otras habitaciones de la enorme residencia, y luego una gran puerta final, saliendo del pasillo a la derecha, tras dos enormes columnas decorativas.

Un montón de hombres, al menos una treintena, comenzaron a descender desde la escalera principal hacia el salón, en una algarabía de gritos y exclamaciones de "¡A por ellos!" y "¡Mátenlos a todos!". Sin dudarlo, Ron apuntó, esforzando su brazo herido, y comenzó a disparar. Pudo abatir a tres, los cuales rodaron escaleras abajo, mientras que sus compañeros devolvían el fuego cruzado. Sin embargo, antes de cubrirse nuevamente, Ron vio como de algunas puertas salían aún más hombres de Hanson, disparando a mansalva. Entonces se dio cuenta que Jason tenía razón, no serían suficientes para matarlos a todos.

A la balacera se unió Jason y Rod, quien cojeaba de la pierna sangrante, herida con la metralla de la granada. Asistieron a Ron en el fuego cruzado lo más que pudieron, junto con varios miembros de los Rippers, pero era inútil. Por cada uno que mataban, volvían a aparecer dos más, desde alguna puerta, desde algún pasillo, desde las escaleras. Jason disparó un cargador entero de su fusil de asalto, se cubrió tras la pared del pasillo, mientras volaban esquirlas de cemento y empapelado en todas direcciones, y luego de recargar volvió a efectuar algunos disparos más, abatiendo a algunos hombres. Despeinado, sucio de polvo y agitado, miró a Ron con expresión asustada. Y pensó que jamás había visto de aquella manera a Jason, ni siquiera en los peores momentos.

Honor y sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora