19: Indecisa

3.5K 233 138
                                    

Ylenia se despertó de la siesta, no sabía que hora era, o en que momento estaba, pero abrió los ojos y se encontró con la espalda de Fred

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.




Ylenia se despertó de la siesta, no sabía que hora era, o en que momento estaba, pero abrió los ojos y se encontró con la espalda de Fred.

El pelirrojo estaba sentado en la orilla de la cama, de espaldas a ella y con las manos en la cabeza, codos apoyados en las rodillas y espalda jorobada. Podía notarse como soltó un pequeño jadeo. Ella llevó su mano hasta su espalda con delicadeza, haciendo tacto con su pálida piel, este volteó a verla de inmediato.

-Hey, hola- ella rompió el silencio -... ¿qué hora es?

Fred se giró para poder verla mejor -Son las ocho- la Lupin alzó los ojos al notar lo tarde que era para despertar de la siesta -. ¿Has descansado?- la chica asintió -. Bien, ¿tienes hambre?- preguntó, ella negó suavemente con la cabeza. Así que Fred asintió y sólo se quedó en silencio mirándola.

-¿Qué pasa?- preguntó -, ¿tengo algo?- se tocó el rostro con sus pequeños dedos y él soltó una suave risa -. ¿Qué?

-Nada- musitó -, no tienes... nada.

Ella negó con la cabeza y se levantó de la cama para asomarse a la ventana de la habitación del motel. Llevaba una camiseta larga y ancha color blanca con estampados color negro, le llegaba por los muslos, pero podía transparentarse su ropa interior de encaje, que era color negro.

Fred la observó mientras ella miraba por la ventana, cruzada de brazos. Ylenia no era una chica extravagante, ella no tenía un trasero grande y trabajado, era respingón, lo tenía en su sitio y estaba algo tonificado, pero nada fuera de lo común, no era como que destacase por eso. Sus pechos eran grandes, y eso no podía negarlo cualquiera, pero tampoco destacaba por eso en los lugares. No tenía unas curvas de escándalo que volvían locos a todos y todas, y más ahora, que se veía mas delgada y había bajado de peso. Pero para Fred era perfecta.

Y una vez que conocías su persona, te podías enamorar completamente de ella. Era tan noble, su corazón era tan grande que podría perdonar hasta al mismo Judas. Aparte que, siempre intentaba hacer lo mejor por los demás, y en eso sí que destacaba. Siempre imponía la felicidad de los demás a la suya, cosa que, no le había hecho gran favor a lo largo del tiempo.

Y Fred sólo podía mirarla con debilidad. Porque, eso era ella, su debilidad. Su punto débil. Si alguien quería joder a Fred, solo les bastaba tocar un insignificante cabello de la castaña para volverlo loco y matar a quien fuese.

-Creo que mañana volveré a casa.

Una voz interrumpió los pensamientos de Fred.

El pelirrojo quitó la vista de las piernas de la chica para mirarla a los ojos -¿Qué?- preguntó intuitivamente, sacudió la cabeza y añadió; -Oh, ¿mañana?

La hufflepuff asintió -Creo que... mi padre ya se habrá calmado, no sé, además- cruzó los brazos para seguir hablando- ,ya terminó el fin de semana y tengo que volver a ir a clase. Supongo que, esto se acabó aquí- suspiró para mirarlo. Fred sonrió de manera forzada -. Oye- la chica caminó hasta quedar al frente de él, unos centímetros más alta ya que Fred estaba sentado -... gracias por estar conmigo.

Perfidia || FW || +18Where stories live. Discover now