CONTINUACIÓN DE "A escondidas"
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Después del desengaño de Fred, Ylenia decae. Tendrá que llevar su vida adelante, pero ¿estará él de por medio para impedir que lo olvide?
FRED WEASLEY X OC FEMALE.
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Todas mis historias contienen smut, sexo explicit...
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-Estoy demasiado nerviosa- susurra la castaña, cerrando los ojos frente al espejo de su habitación.
Fred la ve desde el otro lado, ya vestido. Sólo le faltaba ponerse una corbata, sí, había decidido ir de traje.
-Todo va a estar bien- se levanta de la cama y se coloca detrás de ella, colocando ambas manos en sus caderas -, va a salir bien todo.
Ella sonríe débilmente, notando las grandes manos de Fred tocando su cuerpo, haciéndola relajar. Se gira, y sonriéndole, agarra su corbata por ambos lados de la camisa.
Comienza a darle varias vueltas hasta lograr hacer el nudo de la corbata, y dar unos toques en la chaqueta de su traje.
-No es necesario que vayas en traje.
Fred se encoge de hombros - Me veo más formal así.
Ylenia suelta una pequeña risa, sin apartar la mirada. Él, se inclina, y suavemente, apoya sus labios contra los de ella, saboreando el sabor a cereza de su gloss.
Al separarse, la Lupin limpia el resto de gloss que ha quedado en los labios del pelirrojo, que sonríe como sí fuera el día más feliz de su vida.
-Estás preciosa.
Ciertamente, hoy tenía el guapo subido. Sus pestañas se veían largas y preciosas por el rímel que se había echado. Se había perfilado los labios para que pareciesen algo más grandes, no tenía base, sólo llevaba colorete y brillo en algunas partes del rostro.
-Se va notando tu panza- el Weasley coloca una mano sobre la misma.
-Me tuve que poner un vestido, y así se nota más- explica -. Me iba a poner algo simple como unos jeans y una blusa, pero tú te has puesto tan elegante... no podía llevar eso.
-Así vas preciosa, créeme.
Su vestido era color beige, liso y simple, de manga larga y el corte por debajo de las rodillas. -Tendré que hacer el hechizo para ocultar la tripa...
Con demasiados nervios en el cuerpo, toca al timbre de la casa de sus padres, la mano de Fred está apretada por la de ella, y su respiración era difícil.
La puerta se abre, y ambos miran a la mujer, que sonríe ampliamente. -Hola- saluda Tonks, y cuando ambos le devuelven el saludo, los hace pasar -. Así qué... vosotros otra vez- dice mientras caminan hacia la sala principal.
-Hm- la menor asiente, mordiéndose el labio inferior por los nerviosa.
-¿Qué tal el embarazo, Tonks?- pregunta el pelirrojo, y la mayor sonríe.
-Bien, en realidad- asiente -. A veces tengo náuseas y mareos, pero por lo demás, está todo bien. Y ya ni te hablo de los antojos que tengo...- ambos ríen mientras la Lupin menor intenta buscar a su padre con la mirada, pero sólo encuentra a su hermano, que mira directamente a su dirección.
