35: Tranquilidad

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-¡Llevo casi siete meses creyendo que ya no me querías!- grita, ahora él está de pie mientras ella sigue sentada, escuchando sus réplicas -, ¡seis putos meses comiéndome en la mierda pensando que te habías olvidado de mi! ¿Todo esto para qué, eh?

-No creas que eres el único que lo ha pasado mal.

-Ylenia- pone una mano en la mesa, inclinándose para hablar cara a cara -, ¿todo esto para que mierda? ¡Encima metes a mi hermana en todo esto!No deberías de haber metido a Ginny.

-Yo..

-¿Te gustaría que hubiera hecho lo mismo con Ed?

-No, yo..

-Tú nada, Ylenia. Llevo.. Joder, Ylenia, es que esto es increíble- vuelve a alejarse, dando vueltas por la cocina mientras se lleva las manos a la cabeza -¿¡Por qué mierda tienes que meter a mi familia en nuestras cosas?!

-¡Que no me grites más!- la castaña se levanta, captando su atención -. Sé que hice mal, que no debí meter a Ginny y que probablemente nunca debí hacer todo esto, pero..

-¡¿Probablemente?!- pregunta irónico -. ¡La respuesta es no! ¡No debiste hacerlo!

-¡Ya lo sé!- grita. Le molesta, le duele la cabeza cuando lo escucha gritar, le sienta mal. Ella sabe que lo ha hecho mal, pero le duele la situación tanto o más que a él -. ¿Pero qué querías que hiciera? Quería romper todo vínculo contigo, Fred, lo único que quería en ese momento era sacarte de mi vida, de mi cabeza.

-Siempre es la misma excusa- niega, incrédulo -. ¿Crees que esa era la mejor elección para olvidarte de mi? ¿Hacerme creer que no me querías?

-También quería que tú me olvidases.

-¡Eso no iba a pasar!, ¡eso no va a pasar nunca! ¡Entiéndelo de una maldita vez!- grita, acercándose - ¡Yo no puedo olvidarme de ti!

-Fred..

-Ni Fred ni nada- el mayor ni siquiera la deja hablar -. Me has mentido.

-Tú a mi también me has mentido, y bastante- replica.

-¡Merlín!- se queja - ¿Vas a recordarme eso siempre? Pensé que habíamos olvidado eso.

-¡Tú lo has olvidado!

-¿Eso piensas? ¿Piensas que he olvidado como has estado cinco meses encerrada por mi puta culpa?- pregunta retóricamente -. Estás demasiado equivocada, Ylenia. Estás equivocada- ella calla, ni siquiera sabe que contestar -. ¡Reacciona, joder!

La chica agarra su chaqueta de la silla y comienza a caminar, saliendo de la cocina.

-¿Dónde vas?- pregunta caminando tras ella, que se acerca a la puerta -. No hemos terminado de hablar, no he terminado- cuando la chica abre la puerta, Fred agarra su brazo, girándola hacia él -. Esto es lo que siempre haces. Huir de los problemas cuando las cosas se ponen feas.

-Ahora eres tú el que está equivocado- asiente con la cabeza, y mira su agarre -. Ambos estamos en caliente ahora, lo mejor será esperar hasta mañana, y hablar con más tranquilidad.

-¿Tranquilidad?- suelta una risa irónica -. Tú eres lo único que me da tranquilidad, quédate y hablemos ahora.

-No, ahora no- se suelta de su agarre -. Mañana vendré- sale por la puerta, caminando cuando escucha un grito de Fred.

-¿Sabes qué? ¡Mejor que no vengas! ¡A la mierda la tranquilidad y a la mierda todo!

Después de esos gritos, Ylenia oye como el pelirrojo cierra de un portazo, que la hace dar un pequeño salto.

Abrumada, exhausta y agobiada, hace una aparición en su apartamento.

✩ ✩ ✩

Los siguientes días fueron bastante raros.

Ylenia, el día después de la pelea, fue a buscarlo de nuevo, para poder hablar tranquilamente, pero para su sorpresa, Fred no estaba.

George le dijo que había tenido que ir a Rumanía para hablar con unos proveedores y se quedaría en la casa de Charlie que estaba vacía por unos días, pero, ella sospechaba que le estaba mintiendo.

Después de aquello, decidió no buscarlo por unos días. Darle su tiempo para que pudiera calmarse y pensar las cosas con tranquilidad, solo.

Exactamente habían sido dos semanas y cuatro días.

Pero, aunque ella no lo había buscado, por la parte de Fred, era lo mismo. Él tampoco la había buscado de ninguna manera.

La Lupin estaba preocupada, tanto por Fred como por ella. Su periodo se había atrasado, y, por lo normal suele atrasarse sólo un par de días, pero había sido una semana el tiempo del retraso menstrual.

Por lo pronto, contactó con su ginecóloga personal, Meredith, que también era maga. Y aquel día, dos semanas después de su pelea con Fred, acudió a su consulta.

[...]

El timbre de la puerta principal suena, captando toda la atención del pelirrojo, que estaba por salir para ir al apartamento de Ylenia.

Pero, para su sorpresa, cuando abre la puerta, ve que ella se le ha adelantado.

-Hola- la chica se ve desanimada.

-Hola- contesta, abriendo la puerta del todo-. Esta... estaba por salir a buscarte. Pasa.

La Lupin entra al piso, cruzando sus brazos mientras camina por la sala -¿Cómo estás?- pregunta, viajando su mirada hasta la de él.

-Más tranquilo- admite, metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones -, ¿y tú?

-Estoy- dice con simpleza.

-¿Podemos hablar?

-Estoy aquí para eso, yo..

-Déjame hablar a mi primero- pide, sacando las manos de sus bolsillos para acercarse un paso -. Siento haberte gritado, pero me molestó muchísimo que hubieras hecho eso, y que metieses a Ginny. Ella es mi hermana, y tu mejor amiga, y esto son cosas nuestras.

-Entiendo que está mal, y me disculpo.

-Bien, yo también me disculpo por haberte mentido. Y por haberte gritado aquella noche. Lo siento.

-Entiendo que estabas alterado y molesto, pero la próxima vez que me grites así, simplemente volveré a coger la puerta y me iré. Así de simple, porque no pienso aguantarlo.

-Por supuesto- asiente, dándole la completa razón -. Pero tampoco puedes echarme en cara que te mentí para defenderte. Se supone que estamos juntos de nuevo, estamos intentando superar eso, y que lo eches en cara no ayuda a lo que tenemos.

-Lo sé.

-Si me has perdonado, hazlo de verdad, pero no lo saques cuando tengamos una discusión.

-Tienes razón- aprieta sus labios y sonríe levemente-. Pero, en realidad he venido por otra cosa..

-¿Qué pasa?

-He ido al ginecólogo.

-¿Al gineco..- no termina la palabra, cuando vuelve a preguntar - ¿Por qué? ¿Estás bien?

-No, la verdad es que no estoy nada bien- confiesa, mordiendo su labio inferior con tal de no soltar un sollozo. Fred se acerca a ella, colocando las manos en sus hombros.

-¿Qué pasa, nena?

-Tenía un retraso, de una semana- explica -. Así que llamé a Meredith- Fred sabía que Meredith era su ginecóloga, así que no se sorprende al escuchar su nombre -. Vengo de su clínica.

-¿Y.. todo bien? ¿Qué te dijo?- pregunta con demasiado interés.

-Fred, estoy embarazada.

✩ ✩ ✩

Perfidia || FW || +18Where stories live. Discover now