Capítulo 5 parte B

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¿Desde cuándo dices que sientes amor por ella? — cuestionó el que llevaba un buen rato escuchándolo; y como si se tratara de su confidente almohada se confesó:

Creo que desde siempre.

Ocupando el sillón detrás del escritorio de la oficina de la Mansión de los Andrew en Chicago, Archie se despegó del oído la bocina de teléfono para mirarlo por instantes con cierta extrañez, y sintiendo en su pecho un ardiente calor; pero como se trataba del único pariente cercano que le quedada y le quería bien, el elegante muchacho optó por masajearse sus sedosos cabellos castaños y volverse a colocar el auricular para preguntarle:

¿Piensas decírselo?

Albert, en su habitación y ultimando detalles de su arreglo para asistir al teatro, mantuvo en suspenso la respuesta, haciendo así espacio suficiente para que se le formulara una directa e interesante interrogante:

¿Temes que Terruce regrese por ella?

Mi mayor miedo es que ella todavía siga enamorada de él.

Averiguándolo lo sabrás.

Esta noche iré a verlo. Tal vez...

No, no, con él no; mejor...

Archie, a pesar del tiempo y de tener a Annie a su lado, seguía amando a la rubia; pero como su palabra la tenía empeñada con la morena, además, de que alguien en su familia merecía ser feliz, el joven Cornwell sugirió:

Yo te ayudaré.

¿Cómo, Archie? ¿cómo lo harás?

Indagando en los sentimientos de Candy. Mientras tanto, ruega porque Terruce, en tu ausencia, no decida aparecer y lo eche todo a perder. Aunque, yo siento que alguna ventaja ya llevamos sobre él, ¡digo, tú le llevas! Han sido ya muchos años de los cuales nadie ni ella lo ha mencionado, así que, ahí puede haber algo positivo para ti.

Así lo espero también.

Empero, en Albert la duda seguía viva; y para colmo, el guapo actor la haría crecer aún más, porque después de finalizada su presentación, a las improvisadas tarimas regresó sólo para recibir el aplauso del extravagante público, y después esfumarse, según el rumor que se difundió entre los que disfrutaban de un magno banquete, bonitamente acompañado.

Por supuesto, al día siguiente, los periódicos locales y estatales se darían rienda suelta con escritos satíricos a costillas del "viudo alegre" actor.

No obstante, a los oídos y ojos de Candice White no llegarían, ya que, las que estaban a la cabeza del Hogar, eran precisamente las encargadas del correo; y de tan sólo enterarse de la calamidad que según Terruce Granchester se había convertido, definitivamente lo quemaban; aunque entre ellas mismas se cuestionaban ¿si todo eso era verdad? Muchas veces se negaron a creerlo, porque el actor en aquella sola visita que les hizo, supo dejarles una muy buena impresión. Una que Neil Legan jamás conseguiría por más que lo intentaba el pobre, con sus constantes planes de conquista.

. . . . .

Después de haber leído su carta y acordarse del nuevo ocupante, Candy descendía la colina de Pony cuando distinguió a metros de distancia de la entrada del hogar: un auto estacionado.

Sentado sobre su cofre, un joven con ropas costosas, posición desfachatada y un ramo de...

— ¿Qué son esta vez?

CAPRICHOSO ES EL DESTINOTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang