Harry Potter aprendiendo a vivir, después de la guerra

Viene un merodeador

Siete meses habían pasado desde la boda de Luna y Rolf. Cuando la rubia por fin le confesó a sus amigos porque había escogido aquella noche para su unión provocó lágrimas. Tanto Ginny como Hermione habían tenido que levantarse para ir a lavar su cara después del relato de su amiga.

Ron había iniciado el departamento de investigaciones mágicas de sortilegios Weasley y tenían varios encargos por parte del ministerio y otros negocios mágicos. Todo iba viento en popa.

Harry Potter caminaba nervioso de una lado para otro. Había tomado la decisión y estaba esperando a que su novia apareciera para consultarle. Su espera se hizo eterna aunque apenas habían pasado cuarenta minutos. Era algo que llevaba dos meses considerando y que después de mucho meditarlo, especialmente después de una larga charla con Ron en su casa del Valle de Godrig, por fin se había decidido.

- ¡hola amor!

Ginny entró por la chimenea de la cocina. Venía de su entrenamiento. Las Arpías lideraban el campeonato. El equipo de la pelirroja  no quería que se le escapara otro título en el último partido. Esta vez podían quedar campeonas a falta de 3 partidos.

- hola cariño. Te estaba esperando. Si quieres ponte cómoda. Hay algo que debo decirte.

Ginny se extrañó por el misterioso recibimiento de su novio y subió a darse una ducha. Al cabo de unos minutos regreso a la sala donde se sorprendió al ver a su chico con un ramo, varias velas y de rodillas.

- Harry, ¿que significa esto?

- esto significa que he decidido que no le demos más plazo a nuestro destino. Ginny, amor de mi vida, aunque hace un tiempo me habías dicho que si ¿Quieres casarte conmigo?

La pelirroja estaba atónita. Cortó la distancia que le separaba de Harry y se arrodilló frente al el.

- si, acepto. ¿Cuando nos casamos?

- ¡ESO! YA ERA HORA DE QUE ESTO PASARA. JAMES Y LILY DEBEN ESTAR FELICES.

El cuadro de Sirius era el único testigo del íntimo momento.

- ¿Que tal si nos casamos en un mes? Eso sería una semana después de que te corones campeona.

Ginny sonrió. La fe de Harry en que serían campeonas anticipadas le fascinaba.

- Está bien, aunque mamá pegará el grito en el cielo por no tener tiempo de organizar todo.

Justo en ese momento sonaba la chimenea de la cocina. Ron le había contado a su novia lo que haría su mejor amigo y ya iban a camino a Grimmauld Place para felicitarles.

Ginny al escuchar el sonido volteó justo a tiempo para ver a su mejor amiga entrando sonriente. Todos se abrazaron.

- ¿Está todo listo? ¿Para cuándo debo oficiar de madrina?

- Hermano, Hermione. Nos vamos a casar en un mes.

Los cuatro chicos celebraron con vino y salieron camino a la madriguera. Ron envío un patronus a toda su familia solicitando que se reunieran en la casa de sus padres. Había algo importante que debían decirles. Al llegar solo faltaba Angelina que estaba de turno en San Mungo. Todos estaban expectantes.

- Señor Weasley, señora Weasley. Nunca podré agradecer todo lo que han hecho por mi. Me acogieron como un miembro de la familia y han sido mi soporte desde entonces. Adicionalmente son los padres de la mujer que amo.

Harry terminó y ahora se dirigiría a sus cuñados

- Muchachos, ustedes son parte importante de nuestra familia también. No conozco una familia con más amor y más unida que los Weasley y para mí es un honor ser parte de ella.