La foto de Sirius, al fin completa

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La primera impresión de Ron al entrar en aquella habitación fue la de que aquel espacio era mas grande por dentro que por fuera. La sala estaba rodeada en su totalidad por una biblioteca con cajones, solo había espacio para la puerta y la ventana que daban a la calle y para una puerta que presumía llevaba a el interior de la cabaña. El lugar se encontraba relativamente limpio si se tenia en cuenta el tiempo que llevaba deshabitado.

Ron, Ginny y Harry observaban a Hermione divertidos, la castaña tenia en su rostro esa mirada que solo ponía ante una biblioteca, sus acompañantes supieron que la habían perdido durante un par de horas. - ¿por donde empezamos? - Ginny fue la primera en hablar y antes de que Harry pudiera hacerlo, Ron reaccionó diciendo que por el desayuno haciendo que su hermana rodara los ojos divertida.

- Esta bien, Kreacher y Winky pueden ayudarnos ¿verdad Hermione? - Ginny miró a la castaña que no se enteraba de nada. - ¿Verdad Hermione? - Repitió. La aludida dio una sacudida y mirando perpleja a su mejor amiga - ¿Dime?

- Que tu querido novio quiere comenzar por el desayuno en vez de comenzar a revisar alguna habitación, y yo digo que Kreacher y Winky pueden ayudarnos, que si no hay problema. - explicó la pelirroja.

- por supuesto que no, no hay ningún problema. - Ambas chicas llamaron a sus elfos que con una ¡paf! Aparecieron en medio de la sala biblioteca y en menos de dos minutos ambos canturreaban en la desaseada cocina chasqueando sus dedos y dejando todo impecable, comenzaron a preparar los sándwiches de tocino que tanto le gustan a los chicos mientras estos empezaban a recorrer la casa.

Harry se llevó una gran sorpresa al darse cuenta que aquella casa tenia bajo las escaleras una alacena con una cama, el azabache se preguntaba quien habría podido vivir ahí y se vio a si mismo en aquella situación. La casa contaba de dos pisos, la chimenea estaba ubicada en la cocina del primer piso y no contaba con una mesa comedor, al parecer Snape tomaba sus alimentos en la biblioteca. La cocina tenia varios cajones y a sus dos extremos dos puertas. La sorpresa de los chicos fue tal cuando abrieron la primera puerta y se encontraron de frente con una bodega de vinos y licores donde no solo habían vinos de elfos y bebidas del mundo mágico sino algunas botellas de vinos muggles la mayoría sin destapar.

En la otra puerta y para sorpresa de todos se encontraron de regreso en el almacén de suministros de Hogwarts; al menos esa fue la impresión que se llevaron pues aquella habitación circular tenia el mismo aspecto de la que el profesor mantenía en el colegio. En el almacén que acababan de encontrar en la casa a diferencia del de Hogwarts, había infinidad de pociones terminadas en vez de ingredientes aunque estos últimos no faltaban por doquier. - Creo que debemos dejar esta habitación para el final, debemos ser cuidadosos con esa pociones. - Hermione se había apresurado antes de que tocaran algo y ahora subían al piso superior.

El segundo piso de la casa constaba unicamente de dos habitaciones, una principal con una cama y armarios y la otra que al parecer antes había sido una gran habitación ahora era un estudio lleno de otros estantes más. - Creo que debemos empezar por el estudio, no me agrada mucho la idea de socavar las cosas de la habitación de Snape. - Ron se encamino hacia el estudio sin mucha gana mientras los demás decidían por donde comenzar, al final cada cual empezó a a revisar y clasificar cosas en diferentes lugares.

En la casa no había muchas más cosas que basura. Lo único interesante según Hermione era la gran colección de libros sobre artes oscuras y pociones. Habían decidido pedirle al profesor Slughorn que se encargara de las pociones que habían en aquel lugar, ninguno se sentía capacitado para mirar de que se trataban.

La sorpresa llegó en la habitación de Snape. El armario extrañamente estaba lleno de cajas y papeles. Una de las cajas para beneplácito de Harry contenía cartas que Lily Evans y Snape habían intercambiado durante muchos años. Ginny comenzó a revisar los rollos, sobres y pergaminos que habían; al parecer las cartas se habían enviado de todos los medios posibles, usando lechuzas, correo muggle e incluso según suponía la pelirroja, se las habían pasado con regalos. - ¡Mira Harry! Una foto de tu madre ¡y sales volando en una escoba! - Harry cruzó la habitación hasta donde se encontraba su novia, había dejado que Ginny revisara aquellas cosas mientras el miraba la otra habitación.

- Si, es la otra mitad de la foto de Sirius, gracias por encontrarla cariño. - Harry sacó el otro pedazo de la foto que mantenía siempre en el bolso de piel de dragón que Hagrid le regalo para su cumpleaños diecisiete y al que no dejaba a ningún lado en el mundo mágico. - reparo - Los dos pedazos de foto se unieron en una sola y el azabache sonrió. Al fin tenia una foto de el y sus padres completa.

Ambos chicos siguieron revisando las cajas mirando cartas que iban siendo apiladas para ser llevadas a Grimmauld Place y donde serían guardadas no por el contenido de las mimas ya que eran temas personales de Lily y Snape sino por el hecho de haber sido escritas del puño y letra de su madre, algo que el nunca había podido leer. Siguieron revisando papeles hasta la hora del almuerzo. Como esperaban no había muchas cosas significantes al menos para ellos.

- Creo que los libros serían mas útiles en Hogwarts Harry. Lo poco que he podido mirar ha servido para darme cuenta que hay muchos libros sobre artes oscuras y no creo que sea buena idea tenerlos por ahí libremente, en Hogwarts al menos los podrían clasificar para la sesión prohibida. - Hermione miró a Harry mientras seguían comiendo, lo veía sonriente era una lastima que debiera partir pronto para seguir sus estudios y no tuviera mas tiempo que para su trabajo. - He encontrado un diario, parece que Snape escribía un diario por sugerencia de tu mamá, Harry. Pasé varias hojas y encontré un capitulo donde dice como creo el Sectum Sempra y su contra hechizo, recalca que a Lily no le gustó para nada que inventara un hechizo tan horroroso. - Ginny le pasó el libro a Harry que lo miraba con curiosidad.

Al finalizar aquel día habían regresado a Grimmauld Place, Hermione había partido con Ron para su casa, querían pasar la noche juntos antes de que la castaña partiera de regreso a Paris y a las labores en el ministerio, en la mañana tenia una reunión con Astoria y con el señor Diggory. Harry y Ginny habían enviado mágicamente las cajas hacia el estudio para después lentamente seleccionar su contenido y leerlo, la única pertenencia personal de Snape que Harry había conservado a su lado era el diario, algo le decía que debía leerlo.

Las cosas en el ministerio aun no estaban del todo bien. Aunque las amenazas habían cesado Ron seguía capacitando a Allisson Garwood. Cada vez se acercaba más el momento de dejarla a ella como la encargada de operaciones del cuerpo de aurores. Tanto Harry como Ron confiaban plenamente en sus capacidades y Kingsley confiaba en sus criterios, al fin de cuentas Dumbledore les había enseñado bien.

- ¿Como puedes pasar tanto tiempo azotando un saco? - Harry no comprendía como su primo se pasaba varias horas en el Gym entrenando boxeo aunque ya solo lo hiciera por hobby y no por deporte como durante la época de colegio. - Así me desestrezo, de verdad que la universidad me esta costando un poco. Ya sabes, nunca he sido muy bueno para el estudio pero no quiero defraudar a mamá. - los dos primos se habían vuelto cercanos después de la guerra, al parecer el odio de Dudley hacía Harry era solo infundado por su padre y al crecer y madurar un poco o quizá por influencia de su madre había decidido acercarse un poco a su extraño primo. Ahora era común ver a Petunia Dursley visitando a Ginny en Grimmauld Place o a la pareja visitando a su tía en su casa cuando el tío Vernon no se encontraba. Ginny y Petunia a quien la pelirroja consideraba su suegra se habían vuelto muy unidas, l hecho de que la señora Dursley y su hijo fueran la única familia sanguínea de Harry hacía que Ginny les tuviera aprecio. Por otro lado Petunia veía en la mas joven de los hijos del matrimonio Weasley a la futura esposa del único hijo de su única hermana Lily, además en la chica veía muchas de las cualidades que su propia hermana tenía ademas de la hermosa cabellera roja.

Dudley seguía machancando al saco de arena mientras Harry hacía sus habituales rutinas en el Magic Gym, lugar habitual al que los dos primos y Ron acudían para mantenerse en forma física al estilo muggle. - En serio deberías probar correr un poco tomar el aire, podrías... - Harry se interrumpió cuando vio que Taylor, uno de los aurores de nivel dos y de más confianza suya ingresó al lugar donde se encontraba. - Harry, perdón la interrupción, lo necesitan urgentemente en el cuartel. Allisson y el señor ministro me han pedido que le busque personalmente ya que aquí es imposible ubicarle por medios mágicos. - Gracias Taylor. Dudders el deber me llama.

Harry salió seguido por el auror, caminaron hasta la parte trasera del establecimiento y cuando verificaron que nadie les veía en aquel apartado sitio, desaparecieron camino al cuartel.

Hola, perdón la tardanza pero la universidad me ha mantenido ocupado. ¿Que creen que pasará en el siguiente capitulo? ¿Que les parece la relación de Harry y Ginny con los Dursley?

Ya estoy escribiendo el siguiente capitulo, espero sean de su agrado, nos vemos en los comentarios.

Harry Potter aprendiendo a vivir, después de la guerraWhere stories live. Discover now