¡Por el amor y por la amistad!

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- Amor, despierta. Tienes que ver esto.

Harry intentaba despertar a su esposa. Eran casi las diez de la mañana y ella aún seguía profunda. Harry había madrugado para atender a su pequeño hijo y alimentarle con la intención de que su amada pelirroja descansara. Sin embargo, la aparición de Hermione y Ron en la cocina mientras terminaba aquella labor había cambiado los planes.

La castaña llevaba en sus manos la edición matutina de El Profeta y en la portada la noticia destacada eran las convocatorias a la selección nacional de Quidditch. La chica estaba en su casa con Ron cuando llegó la lechuza. No más vio la portada y se apresuró a revisar para llevarse la sorpresa que su mejor amiga era la buscadora seleccionada y que casualmente Oliver Wood era el guardián. Era una renovación casi total de la selección inglesa. Apenas Hermione lo leyó le comentó a su prometido y no duraron en usar la red flu hasta la casa de sus mejores amigos. Ellos sabían que ni Ginny, ni Harry, leían el profeta. Ellos eran lectores diarios de El Quisquilloso.

Ginny no despertaba por lo que hubo necesidad de tomar medidas extremas. Hermione entró en la habitación con su sobrino y ahijado en manos, este no hacía sino jalar su cabello, y exclamó.

- Está bien Harry, ve y te reúnes con Cho, yo cuido a James mientras Ginny despierta. Le das mis saludes.

Ginny abrió los ojos. Todos sabían que mencionar a Harry y Cho en una misma oración era un gatillo en la mente de la chica. Ginny se levantó de inmediato, miro desorientada mientras su mejor amiga la veía sonriente.

- Buenos días, señora Potter. Eso siempre funciona y no me cansaré de usarlo. ¿Cuándo te darás cuenta de que Harry solo tiene ojos para ti, Gin?

- Herms, hola. Eso lo sé hace tiempo, pero sabes que aún me molesta como cuando estábamos en el colegio. Solo tú sabes lo mal que lo pasaba. A propósito, ¿qué haces aquí tan temprano?

Hermione sonrió.

- Gin, son más de las diez de la mañana. Harry no te levantó para que descansaras. Sin embargo, hay algo que debo decirte y vine a verte y a besar a este precioso.

Hermione acerco a su sobrino y le dio un beso en la frente.

- vístete y baja. Te esperamos en la sala. Harry está con Ron.

La castaña salió de la habitación mientras Ginny se levantó y con su varita se puso algo de ropa. Se había quedado dormida sin ropa después de hacer el amor con su esposo. La pelirroja bajó las escaleras de su casa y escuchaba las risas de su hermano y su esposo desde la sala.

- Hola, hermano. Me alegra verlos tan temprano

- Hola enana. Si, no pensaba estar tan temprano por acá, pero hay cosas importantes que decirte y Herms no me la perdonaría si no venía con ella

El pelirrojo era el único que entendía el concepto de temprano de su hermana. Ambos eran unos completos amantes de dormir hasta tarde. Una vez todos sonrieron Ginny le pidió a Hermione su bebé y se sentó en uno de los lugares libres junto a su esposo.

- Bueno, y ¿que es eso tan importante que debían decirme?

- Tu siempre tan impaciente - Dijo la castaña sacándole la lengua.

Mientras hacían eso Harry llamó a Kreacher. El elfo salió de la cocina y haciendo una reverencia se dirigió a su amo.

- ¿El amo me llamó?

- Si Kreacher. Ve al Valle de Godrig y trae la mejor botella de vino que tengas preparada por favor

El elfo hizo otra reverencia y desapareció.

Harry Potter aprendiendo a vivir, después de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora