La Mazmorra de Snape 2

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Los chicos miraban atónitos a su alrededor, cajas y cajas con cosas sin identificar, un armario lleno de las típicas túnicas negras del viejo profesor, tres estantes llenos de libros polvorientos, una cama con ropa y demás cosas. Todas las pertenencias personales de Severus Snape como profesor del colegio aun seguían en su sitio.

- Como le decía a Potter en mi oficina, todo lo que ven pertenecía a el profesor Snape y ha sido liberado por el ministerio. Al no tener ningún heredero o familiar vivo, la ley mágica obliga a destruir todo sin importar que sea, a no ser que alguien decida hacerse cargo y el plazo vence el día de hoy.

La profesora McGonagall le explico a los chicos la situación legal y continuó. - El problema es que por normas el colegio no puedo hacerse cargo de estos efectos personales a no ser que su dueño lo haya dejado por escrito, o que estemos cien por ciento seguros de que estos efectos serán de utilidad académica para Hogwarts. Así pues, después de mucho pensarlo, de consultarlo con el Ministro de Magia y con el concejo escolar, creo que lo mas sensato sería que ustedes se hicieran cargo de todo, aunque debo agregar que el profesor Slughorn y el profesor Flitwick se han ofrecido a ayudar en la clasificación y selección pues no sabemos que tipo de cosas puedan haber.

Los chicos se miraron atónitos, no sabían que hacer. - Para ayudarles a que tomen una decisión, déjenme mostrarles esto.

La profesora McGonagall iba a usar su haz bajo la manga. Se acercó hasta un viejo armario, lo destrabó mágicamente y usando su varita movió una caja que cayó secamente en la sucia mesa, se acercó y tomó un álbum de fotos hojeó algunas paginas y después se lo paso a Harry. El chico de la cicatriz comenzó a recorrer con la vista las dos paginas que tenía en frente y solo tardó un par de segundo en encontrar lo que la directora quería mostrarle, tomó el álbum bruscamente de la mano de la vieja bruja y miró fijamente, en cada una de las seis fotos que tenia en frente se encontraba Lily Evans su madre, en la primera jugaba en el parque con Petunia Evans, en la segunda estaba en un lago, en otra sonreía. Todas eran fotos muggles de cuando era niña, podía recordar el rostro de su madre y su tía de niñas de los recuerdos que le mismo Snape le pasó horas antes del fin de la guerra.

- Harry ¿Por que estas llorando? - Hermione se acercó a su mejor amigo junto con Ginny que veían aquellas fotos y no entendían que estaba pasandole.

- Lo acepto profesora, acepto tomar todas las pertenencias que eran del profesor Snape, no puedo permitir que cosas como estas se destruyan.

Harry habló sin siquiera quitar su vista de las fotos mientras Ginny y Hermione le miraban con recelo y Ron le miraba sorprendido.

- Se me olvidaba decirte Potter que dentro de las pertenencias de Severus se encuentra también su vieja casa en la calle Hilandera de Cokeworth y según entendemos solo contiene libros y algunas otras pertenencias personales de Severus.

Al cabo de unos minutos, habían salido de las mazmorras y se dirigían de nuevo a la oficina de la directora, tenían que planificar como iban a seleccionar todo además de como iban a repartir su tiempo.

- Harry ¿estas seguro de quererte quedar con las pertenencias de Snape?

Ron aun no podía entender las razones de su amigo. - Por supuesto Ron, mira - Harry le mostró de nuevo las fotos del álbum que ahora llevaba en su mano y hojeaba, Ginny y Hermione se acercaron también pues tenían la misma curiosidad del pelirrojo.

- Todas estas fotos que ven aquí son de mi madre y mi tía cuando niñas, parecen fotos no mágicas, algunas tomadas a escondidas y otras tomadas mientras mi madre posaba o hacia algo para el fotógrafo, recuerden que Snape y mi madre fueron amigos desde niños. Quizá entre tanta cosa hayan mas recuerdos de mi mamá y no quiero que se pierdan.- Tanto Ginny como Ron y Hermione entendieron la razón de la decisión del chico.

A la hora del almuerzo, cortesía del club Slug de eminencias en el que no solo participaron los cuatro chicos sino los mejores estudiantes del momento en Hogwarts, ambas parejas habían acordado hacer una clasificación rápida en los próximos 2 días aprovechando que Hermione tendría esos días en Londres. Partieron presurosas a Grimmauld Place. Debian asistir a la fiesta de Luna. Para Harry, Ginny y Hermione su fiel amiga y sus locuras eran una prioridad y Ron les seguía la corriente.

Harry y Ginny salieron de su casa, debían encontrarse con Hermione y Ron en la casa de la castaña donde iban a desaparecer camino a la casa de Luna, las chicas no querían usar la red flu pues siempre quedaban llenas de ceniza y perdían el tiempo arreglándose, de nada servían los comentarios de Harry diciendo que con un simple movimiento de varita volvían a quedar tan bellas como antes.

Neville disfrutaba de algo que jamás hubiera imaginado en su etapa del colegio, ver a su hermosa novia caminar desnuda al rededor de la cama, mientras alistaba lo que se pondría. Hannah procuraba arreglarse lo mejor que podía para las reuniones con las chicas, aunque en el colegio no habían sido muy cercanas, después de la batalla todo aquel grupo se sentía como uno y todas las chicas querían siempre verse lo mejor posible pues Hermione y Ginny siempre iban impecablemente hermosas, solo Luna era inmune a este efecto y siempre iba con su propio estilo sin importar las demás personas. Aquella noche la rubia corría de un lado a otro preparando todo para la reunión, en su casa justo al frente de la casa de su padre y la editorial del Quisquilloso, tenía todo preparado, pocas veces había utilizado su nueva casa debido a su investigación de campo, ahora la llenaba de flores, de frutos y demás cosas que ella consideraba apropiadas para la fiesta, dentro de poco llegarían sus mejores amigos y su padre para presentarles a Rolf.

La reunión de Luna transcurrió sin inconvenientes, el señor Lovegood se alegro de conocer que su hija se casaría con un Scamander y les dijo que juntos podrían buscar el snorkack de cuerno arrugado e investigar los diferentes tipos y especies de nargles. Para Harry y Ron Rolf era perfecto para Luna. - Están igual de locos los dos - dijo Ron una vez llegaron a la casa de campo Potter donde pasarían los cuatro aquella noche.

- ¿Como vamos hacer con las cosas de Snape? - Preguntaba Ron - Según la profesora McGonagall los profesores se encargarán de buscar los objetos de relevancia mágica en el estudio y las cosas personales las enviaran a su casa, allí iremos mañana, quiero saber si hay mas cosas donde aparezca mi mamá o que le hayan pertenecido.

Eran apenas las cinco y media de la mañana cuando de la nada cuatro chicos aparecieron de la nada en una calle a las afueras de Cokeworth; las calles estaban aun vaciás pues en el pequeño pueblo la gente acostumbra a levantarse e iniciar sus labores casi una hora después. Los dos pelirrojos, una castaña y un azabache caminaban por las calles en completo silencio buscando una señal que les indicara cual era la calle Hilandera. Harry se sentía extraño caminando en aquel lugar y no podía imaginar como su madre y su tía se habían criado en aquel tan lúgubre lugar, las calles parecían abandonadas al tiempo, sucias, desaliñadas, nada parecido con Petunia Dursley.

Harry se detuvo cuando al entrar un poco más en el vecindario vio algo familiar. - ¿Que pasa Harry? - le preguntaron Ginny y Hermione a la vez. - Ese hotel - Dijo Harry señalando hacia la siguiente esquina de la calle donde un letrero de Hotel Railview destacaba por su colorido rojo y colores que denotaban poca monta sobre los monótonos grises de la calle. Todos giraron sus cabezas en aquella dirección. - Allí nos hospedamos mis tíos y yo durante una noche de 1991 cuando no querían que me llegara la carta de Hogwarts, nunca supe donde habíamos estado. Seguro que tía Petunia fue laque sugiero aquél lugar. - Harry se sentía ligeramente mareado por los recuerdos. - Ven sigamos - Ginny tomó del brazo a su novio y lo arrastro un par de calles más hasta que por pura casualidad llegaron al oloroso y contaminado rio, al lado de este Harry pudo reconocer el parque que otrora estuvo limpio y que conocía por los recuerdos de Snape. - estamos cerca - Les dijo. Caminaron media calle bordeando el rio hasta la siguiente esquina. La calle estaba coronada por una señal que decía Calle Hilandera y una placa explicando el peculiar nombre. "Se encuentra en la Calle Hilandera llamada así por que en los inicios de nuestra ciudad en esta misma calle vivía la hilandera de cuyas manos salio la seda que se utilizaba en la confección de los mejores trajes antes de que la fabricara llegara" - debemos buscar el numero 7 - Dijo Hermione mientras se introducían en la calle. No les fue difícil encontrar la casa y tal y como lo esperaban, no les fue difícil entrar. Los encantamientos de seguridad se habían debilitado en el ultimo par de años y con un simple movimiento de varita abrieron la puerta y entraron en la casa.

Harry Potter aprendiendo a vivir, después de la guerraWo Geschichten leben. Entdecke jetzt