Reordenando

754 37 2
                                    

La reunión transcurrió tal cual se esperaba. Allison, Ron, Harry, el ministro y todos los demás plantearon estrategias para darle cara a la situación. Al fin de cuentas, el profeta no conocía toda la verdad y era bien sabido por todos que Rita Skeeter y Harry Potter mantenían una pelea cazada. Sin embargo, era el momento de los cambios.

Ron llevaba dos meses trabajando de lleno en Sortilegios Weasley. Tanto George como el hacían un equipo estupendo. Las ventas iban incrementándose y los desarrollos del desorejado en cuestiones defensivas estaban resultando efectivos y rentables.

- Creo que debemos iniciar un departamento de investigación mágica que se encargue del desarrollo de los nuevos productos y así nosotros encargarnos de la administración.

- Estupenda idea Ron, es algo que ya había pensado, pero me da algo de nostalgia

- ¿Por qué dices eso?

- Porque con Fred siempre desarrollamos nuestros propios productos. El y yo hicimos todas las pruebas y es una dinámica a la que ya me acostumbré. Sin embargo, tienes razón. Ya no doy abasto con tanto, a pesar de tu ayuda.

Los hermanos discutían algunas mejoras en la tienda. Mientras Ron esperaba a Hermione en el mostrador.

Hermione, por su parte, acompañaba a Ginny mientras hacían compras en el Londres Muggle. Ese día iban en compañía de Linda Harrison, la prima muggle de la castaña. Ginny tenia la función de acompañar a la chica mientras la castaña ingresaba al callejón Diagon a buscar a su novio.

Ginny llevaba espléndidamente la Capitanía de las arpías de Holy Head. El equipo había logrado recuperar los puntos perdidos por su fracaso en Paris y ahora eran segundas del campeonato. Debian jugar su último partido contra las Avispas de Wimbourne el equipo del Betlen Rospigliosi. Todo ello en un alborotado fin de semana en el que finalmente Luna, la mejor amiga de la pelirroja más famosa del mundo mágico, se casaría prematuramente con su novio Rolf Scamander.

Justamente aquella salida de compras incluida regalos de bodas y algunos vestidos que usarían las damas de honor durante la ceremonia mágica. Cuando Hermione volvió con Ron, abordaron un transporte muggle hasta la casa Granger.

- Mamá, papá hemos vuelto.

- Hermione querida, ¿te quedas a comer o vuelves a salir? Contestó Jean Granger.

- Pensaba ir donde Harry.

- ¿Por qué no lo invitas y comemos todos juntos?

Hermione voltio a mirar a su mejor amiga como solicitando su opinión. Ginny asintió con una sonrisa y antes de que la castaña pudiera articular palabras envío un patronus a su novio invitándole a la cena.

Como siempre, desde que Linda conocía el secreto de su prima y sus amigos, la cena había pasado entre risas y vasos volando de un lado para otro. Al finalizar la cena, Harry con un movimiento de varita había recogido la loza y aseado la cocina. Finalmente, los cuatro jóvenes más famosos del mundo mágico británico salieron para Grimmauld Place.

Las reuniones en casa de Harry eran habituales para Ron, Hermione y Ginny. El trio de oro era inseparable y Harry no se separaba de su nada pelirroja por nada del mundo. Aquel día Hermione les contaba sobre sus experiencias en la escuela de leyes mágicas de Paris mientras observaban a Fawkes en su percha.

- Hace dos días pasó a saludarme el señor Delacour. YA esta recuperado del Shock y ha vuelto a sus labores. Sin embargo, la seguridad de la casa fue reforzada. Incluso creo que Bill les regaló algunos de los nuevos artilugios protectores de Sortilegios.

- Eso me parece bien, aunque quizá un poco exagerado. No creo que esos bandidos vuelvan a intentar hacerles daño.

- Lo se Gin, pero ellos están muy nerviosos aún. Sobre todo, Gabrielle

Las chicas continuaron hablando un rato mas mientras toman vino del elfo libre hasta que Harry las interrumpió.

- ¿Ya saben como será todo es te fin de semana? Digo, sobre los preparativos de Luna y todo ello.

- Por su puesto, lo sabemos todo. Pero Lun nos pidió que no dijéramos nada. No quieren que cierto amigo de ella meta sus narices por que bien sabes que casi no tiene recursos y no quiso nuestra ayuda.

- Es verdad, amor. Sin embargo, Herms y yo hemos ayudado en lo que hemos podido con todo. Ella está preparando cosas a su estilo. Ya sabes.

- Me imagino, ella siempre sale con sus locuras.

- ¡RON! No digas esas cosas de Luna.

Tanto Ginny como Hermione regañaron al pelirrojo. La conversación terminó temprano pues Ginny debía madrugar a concentrarse con el equipo. Ron y Hermione decidieron quedar en casa de su mejor amigo y en la mañana partir a la madriguera. Harry debía visitar a Teddy.

Harry Potter aprendiendo a vivir, después de la guerraWhere stories live. Discover now