Capítulo 59 | Elliot

16.3K 1.4K 315
                                    

En estos instantes, cada latido de mi corazón duele. Duele hasta respirar. Duele sentir a Olive entre mis brazos y que ella no me corresponda. Necesito que me abrace también, pero no lo hace. Su rechazo me duele, pero la entiendo. Sería demasiado pedir. Ya suficiente tengo con que no me haya apartado ya.

Siento su calor y su fragancia, pero hoy, a diferencia de otras veces, no me tranquilizan. Por el contrario, me hacen sentir mucho más ansioso. Los segundos se sienten eternos. No sé cuánto tiempo ha pasado, pero no la quiero soltar. Temo que en cuanto lo haga, ella va a marcharse. No quiero que lo haga. No quiero...

—Elliot.

El suave murmullo de su voz me obliga a volver a la realidad, pero todavía no me separo de ella.

—Elliot, ya suéltame por favor —dice intentando zafarse de mi agarre, pero mis brazos no ceden—. Por favor no hagas esto más difícil —añade con la voz tensa.

—¿Si te suelto no te irás? —pregunto temeroso.

Ella suelta un suspiro cansino.

—No, no me iré, así que suéltame.

Como si fuera la cosa más difícil que he hecho en toda mi vida, mis brazos la dejan ir e inmediatamente ella pone distancia entre nosotros. Eso duele todavía más.

Me atrevo a levantar la mirada para verla.

—¿Entonces sí quieres que hablemos?

Su rostro no tiene expresión alguna. No sé qué piensa, qué siente o qué quiere hacer. Está ocultando sus emociones demasiado bien y eso es tan frustrante.

—Por supuesto que sí —dice con firmeza—. Necesito saber muchas cosas. Quiero que me digas toda la verdad.

—Lo haré —respondo desesperado—. Te diré absolutamente todo lo que necesites saber.

—Pero no quiero que pienses que eso solucionará todo, Elliot. Sí eres consciente de eso, ¿verdad?

La realidad me estruja el pecho. Sí, soy consciente de que hablar no solucionará probablemente nada. Ella solo quiere que le diga todo lo que he ocultado, más no significa que luego vaya a perdonarme, pero no tengo nada más que hacer.

—Lo entiendo muy bien, Olive. Lo que sea que suceda después, será tu decisión.

Ella asiente satisfecha y justo unos segundos después, comienza a llover. Es una pequeña llovizna, pero el cielo completamente nublado advierte que en cualquier momento podría venirse un aguacero.

—Hay que entrar —dice, haciéndome de señas hacia el restaurante de donde hace a penas unos minutos que salió.

—¿Segura que podremos hablar ahí?

—No voy a armarte un escándalo, Elliot. —Me mira con seriedad—. Ya te dije que será una conversación de dos personas maduras, y si te hace sentir más cómodo, podemos pedir la mesa más apartada.

No hay necesidad de seguirnos mojando ni de que yo pida gustos, así que termino aceptando con un asentimiento. Ella se da la vuelta de inmediato y yo la sigo de cerca.

Son quizá las 3:00pm pero parece como si fueran las 6:00pm. El cielo está nublado por completo. El ambiente repentinamente se puso oscuro y triste. Justo como me siento yo.

No, yo no me siento triste. Yo me siento mucho peor. Yo me siento hecho una mierda. Maldita sea que sí.

Mi cabeza no deja de torturarme con la imagen de Olive justo al momento que me gritó que ya sabía todo. Esa expresión, esa mirada cargada de dolor y decepción se incrustó hasta lo más profundo de mi pecho y el dolor punzante no ha desaparecido. Aumenta con cada segundo. Mi mayor temor se hizo realidad.

¿Cómo ser mi amante? (+18) [COMPLETA]Where stories live. Discover now