¿Cómo ser mi amante? (+18) [COMPLETA]

Capítulo 66 | Elliot

Estamos en mi oficina, afinando los detalles para la presentación de mañana. Tenemos los ánimos bien puestos para encargarnos de ganar ese proyecto, así como lo hicimos con Summer Time. Yo en lo personal no tengo duda alguna de que esto será pan comido.

Por ahora hemos estado revisando todo el papeleo y está casi todo terminado.

—Ya tenemos los panfletos impresos, ¿cierto? —pregunta Jared.

—Richard me envió una muestra —explica Olive—, pero habría que preguntar si ya está impresa la cantidad que necesitamos.

—Hay que llamarle a Richard entonces, porque deben estar listos para hoy —digo, captando la atención de ambos—. Recuerden que la presentación es mañana a primera hora y no quiero contratiempos.

Olive asiente.

—Yo me encargaré de eso. 

—Supongo que ya terminamos aquí —comenta Jared y yo asiento en respuesta. Entonces continúa—: En ese caso yo me retiro. Necesito revisar los asuntos pendientes con los de Ternova, antes de irme.

—Asegúrate de enviarles el correo para informarles que suspendemos la reunión de mañana. 

—¿Te parece si dejamos que ellos elijan la nueva fecha?

—Me parece bien. Mantenme informado de los cambios.

Él asiente.

—Así lo haré. 

Sin decir otra cosa, se da la vuelta y se marcha.

—Iré a Producción para ver si ya están los panfletos impresos y empacados —anuncia Olive, caminando hacia la puerta.

—¿Por qué no solo llamas?

Se detiene antes de abrir la puerta.

—Me parece si mejor voy en persona. Además hay otras cosas que necesito revisar.

Me le acerco lentamente.

—Creí que podríamos aprovechar que estamos solos —digo, estirando la mano para acariciar su brazo.

—Hay que trabajar, Elliot.

Termino de acercarme hasta que ella tiene que alzar el rostro para verme.

—Anda. Solo serán un par de minutos —digo con la voz más seductora que puedo, para tratar de convencerla.

Mis manos se aferran a su cintura para pegarla a mí, y las suyas se colocan sobre mi pecho.

—Yo sé que puedo convencerte —exclamo presumido.

Ella enarca una ceja.

—¿Eso crees?

—Por supuesto que sí —afirmo—. Siempre sé cómo hacerte caer.

Inclino mi rostro buscando acercar nuestros labios, pero justo cuando estoy tan cerca de besarla, ella termina apartándose mientras me sonríe burlonamente.

—Parece que todavía no me conoces bien. Si yo digo que hay que trabajar, trabajamos. Si yo no quiero caer, no caigo. —Su mano derecha hace una pequeña caricia en mi mejilla—. Lo siento, amor, pero todavía me puedo resistir a tus encantos.

Sus palabras en lugar de disgustarme, en realidad me encantan. Esta mujer en serio que me encanta. Por esa actitud es que me tiene a sus pies.

—Me fascina que me lo pongas difícil —digo sonriente.

—Entonces quiero ver qué tanto te esfuerzas para convencerme —dice provocadora, guiñándome un ojo y finalmente sale de la estancia.

Niego con mi cabeza, pero muy a mi pesar, sonrío. Ahora necesito enfocarme en convencerla. Muero de ganas porque me permita hacerle un par de cosas. Tengo el resto del día para jugar a seducirla y me encantará hacerlo.