Capítulo 6 | Olive

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Bajo de mi auto, y de inmediato me cruzo con precaución la calle, para ir a la cafetería del otro lado. Ahí he quedado de reunirme con Mandy para desayunar juntas y ver si conversamos un poco. De hecho tenemos mucho de qué hablar, así que aprovechando que hoy domingo tenemos libre, decidimos reunirnos.

Una vez he cruzado la calle, avanzo hacia la cafetería y al instante que ingreso al local, el olor a comida inunda mis fosas nasales y mi estómago ruge en respuesta. Ya tengo mucha hambre. Por suerte me doy cuenta que Mandy ya está ubicada en una de las mesas, esperándome. Así que me dirijo hasta ella, y la saludo dándole un beso en la mejilla.

—Hola —me recibe con una sonrisa.

—Hola —respondo y una vez la he saludado, tomo asiento al frente de ella. —Más te vale que ya hayas pedido los desayunos porque muero de hambre.

—Claro que sí. No tardarán en traerlos —me responde y sonríe. —Te ves muy fresca y relajada —añade viéndome con más atención y yo asiento.

—Definitivamente —doy un pequeño suspiro. —Hoy es el primer día, después de una tortuosa semana, en que puedo sentirme libre de preocupación por toda esa mierda de mi despido.

—Así que definitivamente estas dentro de Gold —su voz tiene un filo ansioso y cuando yo asiento, dándole la razón a su comentario, se emociona todavía más. —Te juro que estoy tan emocionada como tú. Esta es la oportunidad  de tu vida. ¡Por Dios! ¡Eres la directora creativa!

Su tono de voz tan alto y emocionado, capta la atención de algunas de las personas en la mesa de la par, y a mí me provoca risa.

—Ya sé —afirmo. —De verdad estoy súper emocionada y admirada por tener ese cargo.

—Ya quiero que empieces a patearle el trasero a Hoffman.

—Sí, yo también ya quiero hacer eso —confieso con total agrado. —Creo que eso será más pronto de lo que crees. Ayer me presentaron el proyecto del que voy a estar a cargo y para el cual me contrataron. Es el proyecto del año, Mandy. Voy a conseguirlo y Robert Hoffman se va a lamentar.

—Mmm, ¿es el que tú estabas tratando de dirigir en PubliCom?— pregunta un poco insegura.

Asiento —Es la campaña para Summer Time. No sabes cuánto me alegro de que el idiota de Hoffman no me haya querido dar ese proyecto. Así no le di mis ideas y puedo utilizarlas para presentarlas al señor Reynolds y su vicepresidente, mañana.

—¡Uf! Por cierto, ¿qué me dices del vicepresidente? Ese hombre está… —hace una pausa y se muerde el labio, maliciosamente.

—Mandy —exclamó divertida, porque casi soy capaz de leer los pensamientos sucios que su rostro refleja.

—¿Qué?— hace una mueca de inocencia. —No me digas que no está guapo. Es que… ¡Dios! ¿Ya lo notaste? Nuestros jefes están como modelos de revista. No me vas a negar que se te cayó la baba cuando conociste al joven magnate: Elliot Reynolds.

Ruedo mis ojos, solo de recordar cómo lo conocí —Se me cayó, pero la cara de vergüenza. No tienes idea del horrible momento que me hizo pasar.

—¿Qué? No me digas que te trató mal.

—Fue un desastre, Mandy. Me lo topé en la recepción del edificio cuando chocó conmigo y me echó a perder todos los documentos que llevaba para la entrevista porque me los votó al suelo mojado —sus ojos se abren de par en par, y me causa gracia. —Y eso no es todo —añado. —Lo traté super mal. Yo estaba muy molesta y él se estaba comportando como un idiota.

—Dime que no lo llamaste idiota —dice ella con horror.

—No, pero estuve a punto —hago un leve encogimiento de hombros. —No se despegaba de mí e incluso me siguió al elevador y justo cuando menos lo esperaba, se presentó diciéndome que era el gerente general de la empresa —digo en un tono desdeñoso. —Te juro que justo en ese momento, sentí vergüenza, pero también sentí coraje. No entiendo porqué se hizo el misterioso y no se presentó antes. Un poco más, y lo hubiese mandado al carajo.

¿Cómo ser mi amante? (+18) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora