Me dejo caer en la silla de mi escritorio y suelto un largo suspiro, echando mi cabeza hacia atrás y cerrando los ojos. Los dedos de mi mano derecha me hacen un pequeño masaje en la frente, y trato a toda costa de ordenar mis pensamientos, y entre todos ellos, aparece el señor Reynolds, besándome.
Abro los ojos de golpe y hago una mueca de molestia para conmigo misma. ¿Cómo carajos voy a ordenar mis pensamientos si no dejo de pensar en eso?
Retiro la mano de mi frente y la llevo a mis labios, pasando mi dedo índice por el labio inferior. Los recuerdos me invaden con más intensidad y siento algo caliente y abrumador en mi pecho.
Recuerdo todo. Sus ojos clavados en los míos, sus manos y su cuerpo acorralándome contra las puertas del dormitorio. Su rostro tan cerca del mío y su aliento cálido golpeando mi boca. Luego, el beso. Sus labios pegados a los míos y sus manos aferrándose a mi cintura para atraerme más cerca suyo.
Algo intenso y placentero vuelve a apoderarse de mí. Lo mismo que sentí en ese instante.
Recuerdo su respiración acelerada, los movimientos expertos y deseosos de sus labios. Su embriagador aroma y su calor. Toda su cercanía y todas las acaloradas emociones que eso me provocó.
Entonces, me obligo a ponerle un alto a los recuerdos. Vuelvo a abrir mis ojos, que ni siquiera me di cuenta en qué momento los cerré y cubro mi boca con la mano.
¿Qué me está pasando? No sé qué tenía ese beso, que no he parado de pensar en él, a pesar de que le aseguré al idiota de mi jefe, que no lo recordaría en lo absoluto. A pesar de la furia y desprecio que he intentado aparentar frente al señor Reynolds.
Todo el viaje de vuelta a la ciudad, fue una completa tortura. A penas y pude verlo a la cara unas cuantas veces y esto que me esforzaba porque las pocas veces que lo hice, fueran con desprecio y enojo. No hablamos mucho tampoco. La imagen suya tan fresca y de buen humor con la que amaneció, solo hizo que me sintiera todavía más indignada.
¿Cómo es que yo me siento la peor de las personas por lo que paso, y él luzca tan sereno? Es obvio que tenemos maneras muy distintas de llevar una situación así. Yo intento mantenerme seca y distante, y él se comporta hasta más confianzudo. Es un idiota.
Es lo único que puedo -quiero- pensar. Que mi jefe es un idiota. ¿Cómo se atrevió a decirme todas esas cosas? Eso de que lo atraigo loco, de que no deja de pensar en mí y en mi cercanía. ¿Fue una declaración?
Ah, por favor, claro que no, me respondo a mí misma. Él es mi jefe y no sé qué pretendía con todo eso que dijo y con besarme, pero definitivamente fue un error. Y yo soy culpable, porque me dejé llevar. Porque estaba pensando puras incoherencias y tonterías desde mucho antes que todo eso pasara. Porque estaba un poco mal por la llamada que recibí de Fred y eso me hizo vulnerable. No quiero excusarme en que fue por las palabras de Mandy. Algo así como hacer con mi jefe, lo mismo que Fred me hace a mí con quien sabe quién. Pero al final lo hice, literal.
Pero es que yo ni siquiera pensaba en que me estaba vengando de Fred o algo así, mientras besaba a mi jefe. ¡No! Yo pensaba en… nada, en realidad. Todo pensamiento se quedó en blanco. Todo desapareció por completo a mi alrededor. Y me siento molesta, no por haber engañado a mi supuesto novio. No, para nada. Eso es lo de menos. Me siento molesta porque sentí… cosas. Porque creo que, me gustó.
Suelto un gruñido exasperado y me pongo de pie de inmediato. Necesito distraerme con algo, lo que sea. Porque en serio que estoy empezando a sentir y pensar cosas raras, respecto a mi jefe.
Esto es lo primero que sabía debía evitar, por experiencias anteriores. Porque aún cuando jamás pasó nada entre el idiota de mi ex jefe y yo, las especulaciones me trajeron demasiados problemas, y no quiero tener eso en este nuevo trabajo también. No quiero ni pensar qué clase de problemas me atraerá el hecho de haberme besado con el señor Elliot Reynolds, y que alguien se llegue a dar cuenta.
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¿Cómo ser mi amante? (+18) [COMPLETA]
العاطفيةÉl es arrogante, ella también lo es. Él es astuto, ella lo es mucho más. Él cree que es un experto en el arte de la seducción, ella le desmostrará que es mejor. Dos polos completamente iguales. Totalmente dispuestos a desafiar las leyes, porque no...