Capítulo 5: ¿Ya no vas a ser mi amigo?

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Shen Weiyao definitivamente no había esperado esto.

El hombre de mediana edad se paseó por el pasillo, sus manos entrelazadas detrás de su espalda y su mentón alzado con arrogancia. La orilla de sus túnicas grises danzaban con cada paso que daba y sólo se detenían cuando sus piernas dejaban de moverse.

Entornó los ojos hacia las tres pequeñas figuras en el patio.

Un problemático niño vestido de color esmeralda estaba saltando frente a otro niño un poco mayor vestido de blanco con sus manos extendidas, una sonrisa dentada apareció en su pequeño rostro enmarcado con un oscuro flequillo.

— ¡Primo Príncipe Heredero! ¡Caballito! — exclamó con entusiasmo, sus pequeños ojos redondos llenos de alegría y admiración. El Príncipe Heredero bufó y flexionó sus brazos para reafirmar su fuerza y asintió para sí mismo al ver cómo se flexionaban sus grandes e imaginarios bíceps antes de agacharse para que el pequeño se subiera a su espalda.

Qi Rong se subió a su espalda y colocó sus brazos alrededor del cuello de Xie Lian por seguridad. Xie Lian sonrió victorioso y giró su cabeza en dirección a la figura que vestía de un pálido verde y que estaba sentado en una mesa cercana moviendo su abanico — ¿Lo ves? ¡Puedo hacerlo! ¡Soy lo suficientemente fuerte!

El niño más joven frunció sus cejas y, a pesar de que su rostro no lo mostraba, se podía escuchar la desaprobación en su voz — Por favor, tengan mucho cuidado Sus Altezas.

Y así se fueron. Corrieron en círculos alrededor del roble y alrededor del amplio espacio. Xie Lian corría muy, pero muy rápido para ser un niño de ocho años. Shen Yuan no estaba seguro si eso se debía a su halo del protagonista o si sólo era genética. Qi Rong reía con una felicidad pura, la orilla de sus ojos se arrugaban y había una amplia sonrisa plasmada en su rostro, una vista poco común que contrariaba su brava personalidad y fiero temperamento. Su mano izquierda golpeaba con entusiasmo el hombro de Xie Lian, alentando a su primo para que fuera aún más rápido, celebrando cuando Xie Lian cumplía sus deseos.

Sin embargo, sólo pasaron unos pocos segundos antes de que Xie Lian bajara a Qi Rong en el pasto con cuidado y se acostara junto a él, los mechones de cabello castaño esparcidos y enredados con la hierba que se mecía suavemente con la cálida brisa. Las gotas de sudor brillaban mientras iban bajando por su rostro, remarcando sus mejillas las cuales se habían vuelto rosadas por el cansancio y el brillante sol.

— ¡Wow! ¡Eres realmente súper, súper rápido Primo Príncipe Heredero! ¡Fue muy divertido! ¡Hagámoslo de nuevo! Por favor, por favor, ¡Vamos! — Qi Rong empezó a decir enérgicamente, ya que él no era quien iba cargando, montándose sobre Xie Lian.

Xie Lian lo observó con incredulidad mientras calmaba sus agitadas respiraciones que hacían que su pecho subiera y bajara con rapidez. Le agarró la muñeca al contrario y habló aún con agitación — E-estoy muy cansado, aaaah.

La vívida expresión de Qi Rong desapareció gradualmente mientras bajaba sus manos para ponerlas en sus costados y soltar un muy decepcionado — Oh.

Shen Yuan talló sus ojos con una mano asegurándose de que sólo era su imaginación el ver a Qi Rong bajar con tristeza unas orejas de cachorro.

Sin embargo, Qi Rong no estuvo triste por mucho tiempo. Como si una bombilla hubiera sido encendida, Qi Rong jadeó. Se apoyó sobre sus talones y, ante el calor del momento, gritó fuertemente — ¡PRIMO PRÍNCIPE HEREDERO, ESTA VEZ YO TE CARGARÉ!

Inmediatamente, Xie Lian puso sus manos sobre sus oídos para silenciar un poco la fuerte voz de Qi Rong y abrió sus ojos para ver a Qi Rong, quien estaba parado frente a él con una sonrisa arrogante y lo observó con una mirada que decía "¿Acaso estás tonto?"

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