Capítulo 20: ¡Nos Volveremos A Encontrar, Como Siempre! ¡Me Aseguraré De Ello!

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Luo Binghe realmente no entendía por qué el shizun que lo había tratado tan bien antes- lo empujaría hacia el abismo.

Su shizun sabía bien que empujarlo hacia el abismo significaba la muerte. Incluso si Luo Binghe era un demonio celestial, eso no significaba que él no podía morir en el Abismo sin Fin.

El joven discípulo del Pico Qing Jing Peak cayó del cielo, sus ojos estaban llenos de traición mientras miraba el gran agujero que se dirigía al reino humano en el horizonte- muy cerca.

Antes de que Luo Binghe aterrizara, cayó en la cima de una cama de árboles que aligeraron un poco su caída. Era mejor que caer directamente en el piso, pero las filosas ramas golpearon contra su pecho y crearon diversos rasguños por ahí y por allá en su cuerpo.

El aire salió de sus pulmones cuando su espalda chocó con el áspero piso. Luo Binghe se recostó en el pasto amarillo por un tiempo, tosiendo y jadeando por aire. Su corazón roto aún estaba procesando el hecho de que su amable shizun lo había empujado del acantilado y se negó a incluso dejar que Luo Binghe rogara por su perdón.

No fue mucho tiempo después hasta que escuchó una familiar voz. —¡Luo Binghe! ¿Qué estás haciendo? ¡¿Estás esperando que alguien te mate?! ¡Levántate! Niño tonto, ¡te dije que tu shizun no era alguien confiable.

Luo Binghe lo ignoró y observó tres grandes árboles que bloqueaban el cielo, su cuerpo dolía terriblemente y la sangre salía de sus heridas.

Lentamente, lágrimas calientes se deslizaron por su barbilla e incontrolables hipos escapaban de él.

—S-Shizun...Shizun. —el joven cultivador sollozó desgarradoramente. —Shizun, duele... ¡¡¡¡Duele!!!!

Sus costillas rotas, su cabeza, sus adoloridos brazos y piernas, y su corazón- ¡Todo dolía! ¡El dolor era insoportable!

Luo Binghe lloró y lloró hasta que ya no pudo hacerlo, y sólo después de que Meng Mo lo regañó, se levantó a sí mismo del piso con gran dificultad.

Su cabeza se sentía pesada sobre su cuello, y torcer su cuerpo para examinar sus alrededores era un proceso doloroso.

Y sin duda alguna, sus ruidosos sollozos habían atraído algunos monstruos curiosos a su dirección.

Cuando un monstruo con la lengua bifurcada se arrastró afuera de los grandes arbustos, los miserables pensamientos de Luo Binghe fueron rápidamente ahogados por el temor.

Mientras el halo del protagonista estuviera pegado a su cabeza, no importa cuán herido o débil estuviera Luo Binghe- era imposible que él muriera.

Casualmente, otro monstruo bajó de un árbol cercano y atacó al otro que apuntaba a su presa.

Al ver que los dos se estaban peleando por él, Luo Binghe aprovechó la oportunidad de oro para escapar.

Durante meses, Luo Binghe sobrevivió en el Abismo Sin Fin sin tener a Zheng Yang a la mano. En muchas ocasiones, luchó contra otros monstruos con armas improvisadas que se rompían con facilidad, se escondió de otros monstruos que le perseguían con entusiasmo y pasó hambre cuando no pudo encontrar ningún monstruo débil al que matar.

Fue un verdadero infierno.

Si no fuera porque Meng Mo le enseñó a Luo Binghe cómo regenerar sus heridas a voluntad propia,se habría muerto hace mucho tiempo. Luo Binghe curó cada una de sus heridas en su cuerpo, pero la puñalada que fue dada sobre su latiente corazón permaneció, dejando como prueba una fea cicatriz.

"Shizun, Shizun, Shizun."

Él era todo lo que Luo Binghe pudo pensar obsesivamente durante su tiempo en el abismo.

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