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Capítulo 16: Las Estrellas Están Hermosas Esta Noche

Qi Rong dejó caer su cabeza sobre la mesa y soltó un profundo suspiro.

—¿Qué pasa, A-Rong? —su madre preguntó con una ceja fruncida, mirando con preocupación a su suspirante hijo.

Qi Rong movió su rostro de lado a lado y dijo con vacilación —... No es nada de lo que debas preocuparte.

Su madre entornó los ojos y le observó sonreír nerviosamente bajo su mirada escrutadora. Después de un largo minuto, se rió y estiró la mano para pellizcarle la mejilla —¡Hijo infiel! Hace tiempo que no visitas a tu solitaria madre y, cuando por fin te veo, te lamentas y guardas secretos. Espera, ¿no me digas que Shen Yuan finalmente te rechazó? ¡¿Después de todo mi duro trabajo?! Tsk, tsk, deberías haber...

—Este infiel hijo tuyo en verdad lo siente por sus cortas visitas, pero todos tus esfuerzos no han sido en vano, ¡me aseguraré de eso! ¡Por favor, deja de burlarte de mi, mamá! —el príncipe Xiao Jing dijo exasperadamente, sus labios sobresalieron en un pequeño mohín cuando su madre ni siquiera se molestó en ocultar su risa detrás de una mano —No tengo ningún secreto. No quiero estropear el ambiente cada vez que vengo a visitarte, eso es todo.

—¡Niño tonto! ¡No debes preocuparte por esas cosas tan triviales! ¿Acaso piensas que soy una frágil doncella que se desmaya al ver sangre? Soy tu madre, puedes decirme lo que sea que estés pensando. Ahora dime, ¿quién fue el que hizo que mi hermoso hijo se pusiera tan sombrío? —viendo que Qi Rong estaba necio a hablar incluso después de lo que le dijo, su deslumbrante sonrisa se esfumó —¿Estás preocupado por la repentina aparición de la Enfermedad del Rostro Humano?

La expresión del príncipe cambió a una sombría y se estremeció ligeramente —No quiero ni pensar en ello. Me encontré con una persona que tenía la Enfermedad del Rostro Humano y fue una visión realmente aterradora. Rostros que crecen en una persona viva... Nunca había oído ni visto nada parecido. —Qi Rong se acercó a su madre con aparente preocupación en su rostro, —Durante este tiempo, no debes salir pase lo que pase. La Enfermedad del Rostro Humano es contagiosa y es peligroso vagar fuera del palacio. No hay ningún otro síntoma de la Enfermedad del Rostro Humano que conozcamos todavía, pero que debes tener mucho cuidado de todos modos. No quiero que corras peligro. También deberíamos hacer que los médicos imperiales revisen a todos los sirvientes para asegurarse de que no tienen la Enfermedad del Rostro Humano...

Su madre hizo un sonido divertido —¿Porqué te ves más inquieto que está vieja mujer? ¿Yo soy la madre o tú? No me mires así, solo estoy bromeando jajajaja, A-Rong, tienes que creer más en tu primo, él resolverá todos los problemas en un instante.

Qi Rong inmediatamente se paró derecho y rápidamente trato de explicar —¡Claro que creo en él! ¡Mi Primo el Príncipe Heredero salvará a todos en Xianle! Solo no quiero que cargue con todo el trabajo y el estrés innecesario en sus hombros.

Ella rodeo con sus manos las de Qi Rong y dijo gentilmente —Mi dulce niño, no te preocupes mucho, tu primó es muy capaz de-

De repente, el sonido estridente de un cuerno de batalla reverberó por todo el reino.

Shen Yuan irrumpió en la habitación con una mirada de angustia en su rostro: —Su Alteza, es un ataque enemigo. Debemos apresurarnos a ir a la fortaleza lo antes posible.

El príncipe frunció profundamente el ceño y se levantó rápidamente de su asiento. Siguió a Shen Yuan y se detuvo momentáneamente a medio camino del marco de la puerta y se giró para mirar a su madre —Volveré pronto.

Su madre se levantó y le hizo un gesto con la mano, con la preocupación reflejada en sus elegantes rasgos: —¡A-Rong, ten cuidado ahí fuera! ¡Tú también, Shen Yuan! No mueras antes que esta anciana.