In My Veins - [Hyunin] [2] [✓]

XI

Los altavoces del edificio sonaron en una sonora acusación sobre que había un Aurum suelto y que debía ser neutralizado cuanto antes. Jeongin sabía que era una presa fácil y que estaba en el punto de mira de más de cien poderosos humanos dispuestos a usar sus poderes solo para acabar con su libre albedrío, pero también sabía que Hyunjin era parte de esos lunáticos controlados y si bien debería estar arruinado en su propio miedo...

Jeongin sonreía, porque había encontrado a su alma gemela y nadie allí parecía saberlo.

Se metió en la primera puerta que encontró en el pasillo, odiando cada centímetro de esa bata blanca que llevaba puesta. Y cuando cerró la puerta del lugar, se dió cuenta que en su muñeca había una cinta amarilla ajustada a su piel. Le restó importancia, dándose la vuelta y viendo el lugar donde se encontraba.

Soltó un suspiro en cuanto vio la especie de pasillo que daba a unas escaleras totalmente blancas y sin pensarlo mucho, comenzó a bajar por ellas, siguiendo nada más que su propio instinto de supervivencia.

Bajó aproximadamente unos cinco pisos antes de que la puerta de unos pisos más abajo se abriera de golpe y unos pasos rápidos se oyeran por los escalones. Jeongin soltó un jadeo con miedo y tomó la primera puerta al pasillo que encontró, volviendo a la misma posición que antes, expuesto y perdido. Corrió hacía la derecha, recordando esa pequeña frase que decía que para salir de un laberinto, siempre debías seguir la mano derecha. Jeongin no estaba en un laberinto, ni mucho menos jugando, pero si estaba perdido y asustado, algo debía hacer o acabaría llorando en una esquina totalmente rendido.

Unos pasos se oyeron detrás de él justo cuando la puerta era abierta, así que como primera visión panorámica, giró en la primera esquina del pasillo y apoyó su espalda en la pared, respirando agitadamente mientras los pasos se perdían al final del lado contrario al que él se encontraba. Una sonrisa apareció en su rostro, mirando a su alrededor y asegurando que volvía a estar solo.

Pero en cuanto se dispuso a volver a girar por la esquina del pasillo, su cuerpo se chocó bruscamente con otro, retrocediendo unos pasos antes de casi caer al suelo, sosteniéndose por suerte en su propio equilibrio. Pues si bien su cuerpo si se vió afectado, el que chocó se mantuvo en su lugar estático, analizando al menor. Y fue cuando volvió a levantar la mirada con miedo, que otra vez el acelerar en su corazón se hizo presente.

Hyunjin le miraba como si fuera un desconocido, pero Jeongin sabía que solo era una mente controlada, nada más. El verdadero Hyunjin no le miraría así, eso lo tranquilizaba en gran parte. Y mientras pensaba en lo atractivo que se veía ahí, serio, elegante, con ese maldito traje que aún así le quedaba excelente, el mayor no perdió tiempo en esos detalles, pues tomó al menor de los hombros y lo obligó a levantarse, golpeando su espalda con la pared y arrancándole un jadeo de dolor al menor.

—Menudo reencuentro romántico planeaste, chico fantasma. —Se burló Jeongin, perdiendo la mayoría del miedo con solo volver a sentir la presión del mayor en su cuerpo.

Si, lo extrañaba, cada centímetro de él divagaba por su mente cada vez que cerraba los ojos, pero no se arrepentía de nada, pues Hyunjin estuviera vivo, muerto, controlado o en un planeta lejos de él, seguiría siendo esa maldita alma complementaria que llenaría cada vacío que hay en su pecho por un sentimiento cálido de compañía.

—Aurum prófugo detectado. Yang Jeongin. La tarea es enviarlo a los laboratorios. —Habló el mayor, tan cerca de su rostro que hizo estremecer al menor en sus brazos. Hyunjin hizo más fuerza contra la pared, sacándole más de una mueca de dolor a Jeongin.

—¿Laboratorios? No, gracias, créeme que estoy mejor aquí. Gracias por la intención, de todas formas. —Jeongin sonrió, sabiendo que en esas bromas sarcásticas, solo él se entretenía, pero sintiendo un dejo de melancolía cuando pensaba en lo que el verdadero Hyunjin le contestaría. —Este es un increíble momento para que abras los ojos, me digas que es solo actuación y volvamos a lo que alguna vez fuimos.