In My Veins - [Hyunin] [2] [✓]

XIX

No hizo falta comunicación verbal para el plan que ambos chicos habían generado en un pestañear. A veces, bajo presión y con la vida en contra, debes prepararte mentalmente para cualquier cosa y estos dos chicos ya venían con más golpes emocionales que cualquiera otro.

Las luces tintinearon de manera rápida y en solo dos segundos, el brazo de Chris apoyado en el panel de térmicas eléctricas brilló lo suficiente como para marcar en su piel las cicatrices por su poder. Las lámparas en el techo explotaron ruidosamente y el lugar quedó a oscuras. Jeongin sintió el ruido de las armas desbloquearse, luego fue silencio. La ciudad había explotado el exterior y si por alguna razón se les ocurría tocar a uno solo más del búnker, ya no existiría eso llamado piedad.

Jeongin sintió su piel cosquillear, su corazón latía a una velocidad increíblemente fuerte, casi pudiendo oírlo. Sus ojos se fijaron en la oscuridad que se extendió al frente suyo y formó con suma concentración una enorme esfera de luz blanca. La habitación solo era iluminada por él, los Aeris apuntaron con firmeza al menor, ninguna bala iría a otro lado y Jeongin solo se limitó a sonreír ante eso. Una sonrisa que decía: "Estoy cansado" de la forma más exhausta posible y con una pizca de: "Armemos caos".

—¿Estás seguro de lo que haces? —Chris no se veía del todo confiado por el enojo y cansancio del menor, pero de más estaba decir que si fuera por él, ya hubiese dejado sin vida a mitad de la población allí dentro.

—Tú salva a Felix, yo me encargo de ello —Aseguró el menor, para posteriormente Chris alejarse por la oscuridad a pasos rápidos.

Todos los Aurum y Ferrum que estaban siendo trasladados para ser usados seguían dormidos, y Jeongin no sabía si eso era mejor o peor. Tomó la luz en sus manos como si está fuera a escaparse de allí y esperó el primer movimiento contrario para poder defenderse sin gastar energías en peleas sin caso.

—Imposibilidad de análisis. Poca visibilidad —soltó uno de los controlados, acercándose con el arma y haciendo un ademán para que todos los demás le siguieran. Jeongin ladeó la cabeza, no podía dejarlos acercarse mucho, aún no controlaba del todo sus poderes a corta distancia.

Así que sin previo aviso, sobresaltándose incluso él mismo, lanzó una ráfaga de luz que dio justo en uno de los controlados, lanzando al otro lado de la habitación con arma y todo. Jeongin soltó un suspiro con sorpresa, su sonrisa se ensanchó. Así que así funcionaba eso. Se dio la vuelta, lanzando dos ráfagas más y dejando en la habitación un camino rápido de luz, parecido al de una estrella fugaz, solo que aquí si había un final para ella en la tierra.

—Análisis completo, Yang Jeongin. Pidiendo orden de ejecución por daños graves.

Jeongin sintió su pecho oprimirse ante esa oración. Eso ya no le estaba gustando. Mando dos ráfagas más, derribando al primer ser vivo que se le cruzará en el camino y dejando inconsciente a la mitad de ellos. Aprovechó su momento de gloria para tomar una de las armas que descansaba en el suelo y apunto directo a los presentes, dispuesto a disparar a lo primero que se moviera, si no fuera porque en su mente resonó una frase que solía decirle Changbin los primeros días que llegó al búnker.

—Nosotros no matamos a los nuestros. Si hiciéramos eso, entonces, ¿cuál es la diferencia entre nosotros y los Aeris?

Jeongin retrocedió con el arma en alto, los demás comenzaron a acercarse al menor con la misma posición de amenaza. No iba a poder dispararles, no cuando en el fondo eran solo víctimas. Seungmin también apareció en su mente.

—Si llegara el momento y te tienes que enfrentar con cualquiera de los miembros controlados, tú... ¿Tú los matarías? Es decir... Si ellos te acorralan y te llevan a un extremo, ¿Te defenderias?