XXXIV

6.6K 1.3K 1.3K
                                    

Los relojes del mundo seguían en constante movimiento. El asfalto del escenario catastrófico aún liberaba sonidos de quebraduras en su interior. El agua aún golpeaba el campo de fuerza como si entrar fuera su gran paso final. El cielo seguía demostrando el movimiento de una luna testigo de la vindicta, del caos y de la supervivencia desordenada. El ritmo cardíaco de los presentes mantenía un sonido de lucha inestable, pero seguían bombeando la sangre y sus respiraciones continuaban el baile de la desesperanza y la adrenalina fusionadas.

Jeongin alzó la vista, sus blancos ojos se posaron en los oscuros de Hyunjin. Fue un segundo de paz. Una mirada en el silencio. Un sentimiento de descanso luego de meses gritando en la oscuridad el nombre del otro, esperando que al abrir los ojos, volvieran a reencontrarse y no fuera necesariamente en la cabeza del otro. Sentir sus pieles tocarse era todo lo que habían anhelado.
Hyunjin sonrió, casi como un suspiro de alivio. Jeongin le devolvió esa curva débil, sintiendo la necesidad de caerse de rodillas al suelo, totalmente rendido, pero siento atraído al cielo por la única fuerza que lo sostenía en ese momento.

Su último poder había sido revelado. Los humanos cercanos a ellos, los dueños del miedo y la desesperación, se mantenían perdidos en sus cabezas. Pues el poder nuevo de ambos chicos era el control mental. Un arma peligrosa para quienes buscaban la dominación y la punta de la pirámide, un respiro en la superficie para quienes conocían perfecto las profundidades del océano. Hyunjin solo fue capaz de asimilar la situación cuando sintió el cansancio y desespero en Jeongin. La situación no era la mejor ni la más cómoda, el menor tenía pleno poder gastando todas sus fuerzas en evitar que la ciudad se inundara. Tenían que hacer el trabajo rápido.

—¿Cómo se supone que funciona esto? —susurró Hyunjin, mirando alrededor a la gente "dormida" esperando instrucciones—. ¿Simplemente lo decimos al mismo tiempo? ¿Dónde están las instrucciones de poderes cuando se las necesita?

—No... No estoy seguro, pero será mejor que nos apuremos, el campo... El campo está perdiendo fuerza —jadeó el menor, sosteniendo en su mirada la luz blanca que contrastaba los ojos del mayor.

—Muy bien, si tomamos en cuenta las veces que hemos fusionados poderes, es cuestión de conectar más allá de lo físico, tal vez simplemente tengamos que pensar en lo mismo o... —Sus palabras se detuvieron cuando Jeongin flaqueó sus piernas y casi cae al suelo si no fuera por los brazos del mayor sosteniéndolo—. Jeongin, tienes que resistir, por favor. Solo hay que... pensar... Yo...

—Hyunjin, estoy cansado —susurró el menor, alzando sus ojos hasta la mirada del mayor, se veía en ellos la más profunda lejanía a la mejor de las vidas.

—Lo sé. Sé que nos hemos visto obligado a separarnos, a matar gente inocente y a ver morir a otros, pero ahora que te tengo al frente mío, siendo la persona más fuerte de este lugar, no pienso permitir que me vuelvas a dejar. ¿Estás oyéndome? No voy a permitir que la vida o cualquiera de estos inadaptados, asesinos y molestos humanos me vuelva a quitar la poca luz que habita en mi vida. No lo haré, niño psiquis.

Jeongin jadeó con dolor al sentir su piel arder por la luz, pero los brazos del mayor sosteniendo su cintura y pegando sus cuerpo para evitar una caída, era el pilar superior para no tocar la tierra. Asintió, levantándose a duras fuerza y sintiendo las lágrimas escaparse de manera brillante por sus ojos. Las mejillas rosadas por el calor eran la muestra perfecta de heridas recientes en su blanca tes.

—Te pones romántico cuando el mundo se está destruyendo —se burló el menor, sonriendo en cuanto Hyunjin unió sus frentes para transmitirle que aún estaba a su lado y que así sería por siempre.

—Espero no tener que volver a serlo, entonces —continuó el mayor, sonriendo de igual forma. Sus pieles en sus frentes brillaron ante la unión.

—¿Volveremos juntos a casa?

In My Veins - [Hyunin] [2] [✓]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu