"Capitulo 3"

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(15 años después)

Ciudad Nacional. "CatCo"

—Muy buenos días señoritas hermosas—

Una joven muy animada entro a la recepción. La chica era muy hermosa, su cabello era castaño claro, su tez blanca pálida y sus ojos eran de dos colores, azul y verdes, ambos muy profundos, ¿edad?, 15 a 16 mas o menos, ella era repartidora de comida y solía llevarse muy bien con las chicas encargadas de la recepción, pues estás siempre pedían que ella fuese quien llevará sus desayunos y comidas.

—Muy buenos días Charlie— saludo de vuelta Karen con la misma emoción.

—¿Cómo te va el día de hoy?— pregunto Jess.

—Hoy a sido un pésimo día, los pedidos han estado muy exigentes, y no puedo con todo sola, además tengo que pagar la renta en unos días y apenas podré hacerlo— respondió con un tono cansado.

La chica continuaba hablando mientras sacaba las cosas que iba a dejar.

—¿Alguna de ustedes sabe si está Nia? pregunto con entusiasmo.

La antes mencionada también era amiga de Charlie, ellas se conocieron por las chicas de la recepción y habían entablado una linda amistad.

—Salió a ver unos papeles, volverá enseguida— respondió Jess —¿puedes esperarla?—

La chica en verdad quería esperarla, hacía un par de días que no la veía y la extrañaba un poco.

—Me encantaría, pero no puedo, tengo que hacer otras entregas— dijo, bajo su mochila y saco el pedido de Nia.

—¿Podrían dárselo en cuanto vuelva?, Por favor— pidió amablemente.

—Claro, se lo daremos en cuanto vuelva— respondieron de la misma forma.

—bien hablaremos después ¿ok?, Ahora debo correr o no tendré el pago hoy—

—De acuerdo, pero ¿nos veremos pronto? — pregunto Karen, a ella le agradaba la chica y se notaba a distancia, no perdía la oportunidad de invitarla a salir.

—Claro, esperaré tu mensaje— le guiño un ojo y sonrío al igual que Karen.

Ambas chicas se despidieron de Charlie y está salió muy rápido, tan rápido que no se dio cuenta que del otro lado de la puerta, alguien venía en la misma dirección que ella.

—¡POR QUE NO TE FIJAS POR DONDE VAS!— grito aquella mujer.

Su apariencia lo decía todo, era una mujer de buen porte, unos 29 o tal vez 31 años, cabellera rubia, ojos azules, piel blanca y un traje impecable a excepción del saco, el cual después del choque había quedado un poco sucio, pues el café que está traía se había derramado.

Esta chica no era cualquier chica, tenía que ser alguien muy importante y Charlie sabía que estaba en problemas.

—¡Discúlpeme señorita!, No la vi— 

Se disculpó rápidamente, aunque para ser sinceros la peor parte se la llevo ella, pero a la señorita en cuestión no le importo.

—¿Acaso sabes lo que cuesta este saco?— la chica estaba muy furiosa, su mirada era fría y parecía querer arrancarle la cabeza a Charlie.

—Ah, no, pero por favor déjeme pagar la tintorería— pidió —en verdad, en verdad lo siento mucho, déjeme arreglarlo—

—¿Cómo piensas arreglarlo?, Está arruinado— su tono de voz demostraba lo molesta que estaba.

Una Segunda Oportunidad Para Nuestra Familia.Where stories live. Discover now