"Capítulo 25"

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-Después de todo eres su tía- la mujer sonrió ante lo que él tipo había dicho.

-Es increíble que Kara haya creído todo lo que le dije...- pronuncio burlonamente recordando las cosas que le había inventado a su hermana.

-Ella creería en ti ciegamente- él hombre regreso a su silla y bebió su café.

-Lo se, eso la hace más vulnerable, ¿No es así?.- soltó con cierto asco en su tono al saber cómo su hermana confiaba ciegamente en ella y en otras personas.

-Lo es.- Recalcó él tipo de igual manera.

La chica no quitaba de su mente las cosas que habían pasado, habían dejado unos cabos sueltos que debían atar.

-¿Qué haremos con la mujer?. ¿Piensas usarla todavía o podemos deshacernos de ella?- pregunto la chica refiriéndose a la madre de Lauren o como ellos la conocían Lexie.

-No podemos deshacernos de ella, talvez la necesitemos después... mientras tanto deja de darle la dosis de kriptonita roja. No queremos que los demás vean que es una loca.-

El hombre sabía que podría ser de ayuda después, aún tenían planes en los que podrían incluirla, la mujer seria de gran ayuda en las cosas que tendrían que ver con la pequeña. Pues las cosas estaban aún lejos de terminar.

-Si dejamos que vuelva a ser la persona buena de antes, ¿No crees que querrá volver a recuperar a su "hija"?-

-Yo me encargaré de que no la encuentre. Además a Sido de gran utilidad, aún no quiero que desaparezca- sonrió con desdén, realmente no le importaba lo que le pasará a la mujer, solo la veía como un elemento más en su retorcido plan.

-Bien, como tú quieras... dejaremos a la mujer.- dijo Melissa sin darle más importancia.

Sin más que objetar, la chica se puso de pie dispuesta a irse, pues Kara le había enviado un mensaje diciendo que necesitaba su ayuda.

-Ahora has lo que dije con respecto a tu sobrina- declaró por última vez aquella persona.

-Bien... es hora de recuperar todo- sentenció la joven pelinegra, para posteriormente salir de aquel desconocido lugar.

La noche había caído ya, Lauren había estado conversado de muchas cosas con él joven, también le regaló a su hermanita piezas para la casita, pues antes de irse su hermana se las había regalado, y cuando ella escapó de casa fue lo único que se llevó para recordarla.

La pequeña pelinegra no dijo a Bruce nada de lo que platico con ambas mujeres pues sabía que no era un tema que debía tratar con otras personas, sin embargo si menciono que pensaba irse nuevamente.

-¡¿Pero por qué?!.- él chico estaba un poco asombrado y con un hueco en el corazón.

-Tengo muchos asuntos que arreglar y no sé si sea conveniente quedarme.-contó la joven tratando de hacerle comprender el porque se iba.

-Vamos, por favor no te vayas... es decir, se que no nos conocemos muy bien, pero realmente eres agradable y yo creí que.. que talvez, podríamos ser muy buenos amigos.-

Bruce se encontraba un poco conmocionado por la noticia, le había caído muy bien la chica y creía que podían ser amigos, talvez ella sería la única buena amiga que él podría tener.

-Yo también creí que podríamos ser buenos amigos- Lauren saco un par de llaves extras que tenía en su bolsillo. -Es por eso que quiero pedirte que cuides mi casa.-

Una Segunda Oportunidad Para Nuestra Familia.Where stories live. Discover now