Una Segunda Oportunidad Para Nuestra Familia.

"Capítulo 28"

—¿Lauren ya vienes?— Pregunto Lena a través del teléfono. Pues tenían una reunión justo a las 3pm para que la pequeña pelinegra conociera por fin quiero sería su nueva compañera de trabajo.

"Aun estoy en la entrada del edificio”, se escucho decir a la joven del otro lado, informando así que la pequeña pelinegra estaba cerca.

Ahora Lena solo debía esperar a Kara, quien aviso que se tardaría 10 minutos más en llegar y la joven remplazo, a quien citó 10 minutos después de ellas para así poder recibirla todas juntas.

—Bien, te espero— dicho esto, la pelinegra mayor colgó el teléfono y volvió a su silla.

En cuestión de un par de minutos, Lauren ya se encontraba frente a la recepción saludando a Eve, con quién se llevaba muy bien, ya que debido a Melissa, Lauren había estado en contacto con Eve, llevándole flores, chocolates e incluso serenata, todo esto para que ella aceptara salir de nuevo con su tía Melissa.

—Buenas tardes Eve— Lauren se acercó a dicha mujer y le plantó un beso en la mejilla.

La rubia regreso el saludo asiendo lo mismo.

—Buenas tardes… veo que vienes muy feliz, puedo saber ¿A qué se debe?— indagó Eve, pues en el semblante de la jovencita se notaba el entusiasmo y la felicidad que derramaba. 

—Claro que si, verás, Imra por fin acepto tener una cita conmigo— soltó lo más emocionada que podía.

—¿En verdad?— cuestionó Eve, pues en una conversación que habían tenido antes a Lauren le tocó contar el problema que tenía con una chica, claro está que sin dar más detalles, solo el que por ahora se encontraban separadas por algunas circunstancias de su pasado.

—Si, y no tienes idea de lo feliz que eso me hace—

—Puedo notarlo, tienes un brillo especial… te felicito— dijo sinceramente, ya que le agradaba ver feliz a la pequeña de quién también se había encariñado.

—Muchas gracias, y yo espero que algún día, tu también puedas hacer feliz a Mel, ella es una gran persona, al igual que tu— menciono Lauren, recordando que después de hacer todo tipo de propuesta y de diferentes maneras, Eve no había aceptado aún salir de nuevo con Melissa.

Esas palabras cambiaron el ambiente por completo, pues la joven secretaria cambio su rostro antes feliz por uno lleno de nostalgia.

—Cariño ya hablamos de eso, sabes que no puedo aceptar… no somos del mismo mundo— hablo con un poco de tristeza en sus palabras y casi susurrando lo último.

Este hecho siempre le había parecido una estupidez a la joven, porque según ella, siempre se debe juzgar a las personas por como son, y no por lo que tienen.

—Esas son tonterías, lo que importa no es lo que tienes… si no lo que sientes aquí— exclamó poniendo una mano en su pecho, justamente encima de su corazón.

—Puede que tengas razón, pero…—

—Pero nada, solo piénsalo un poco más y luego toma la mejor decisión qué creas, ¿está bien?— dijo interrumpiendo a Eve antes de que dijera otra tontería.

—De acuerdo.— acepto la rubia poniendo nuevamente una sonrisa en su rostro debido a las palabras y el modo en que la jovencita había hablado.

Y es que siempre se mostraba de esa manera con ella, bromista, alegre, pero sobre todo, siempre mostraba su lado optimista y esto último era lo que más le agradaba de ella.