"Capítulo 36"

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Dos meses habían pasado desde que esos acontecimientos ocurrieron.

El juicio de Imra se llevaría acabo en unos días, "las pruebas para condenarla habían aparecido".

Se había encontrado el vídeo de una camara de seguridad, en el cual se escuchaba claramente como esos tipos hablaban acerca de ella, y se reforzó aun mas la teoría de que ella era la principal autora del crimen, cuando se encontraron los mensajes que ella tenía con sus cómplices sobre el secuestro de dicha joven. Por esto su abogado solo pudo sacarla bajo fianza, sin embargo no quedo del todo libre, pues debía cumplir con arresto domiciliario.

Alex junto a su hermana y Lena, no paraba de buscar y exigir respuestas, pero nada obtenían.

Lena no podía o si quiera iba a su casa, desde que Lauren había desaparecido ella no quería volver, pues sabía que su hija no estaría allí, pasaba días en los que solo probaba bocado una vez  y se pasaba el resto de esté pegada a una computadora intentando rastrearla, también había días en lo que no podía hacer más que llorar y esconderse para estar sola.

Lena siempre se había demostrado fuerte y decidida, realmente siempre lo había Sido, ella podía con cualquier cosa… pero vivir el mismo dolor dos veces… eso destruiría a cualquiera, cualquier persona por más fuerte que fuera.

Kara por su parte no sabía cómo ayudarla, no sabía que más hacer.

La rubia había sobrevolado y buscado por todas partes, tampoco había encontrado nada. Tal pareciera que a su hija la había tragado la tierra. Tampoco sabía que mas hacer para ayudar a Lena a salir de aquella depresión en la que se estaba hundiendo cada día más, a ella también le dolía y le dolía demasiado, pero tenía que se fuerte, una de las dos debía mantenerse de pie. Intentaba con todas sus fuerzas mantenerse serena y ayudar a su novia a mantenerse a flote, aunque por dentro ella también se estuviera derrumbando.

Del tipo que las había contactado nunca mas se supo, intentaron contactar a la mujer que la adopto, pero ni ella ni el tipo que ayudo en el parto estaban por ningún lado.

Preguntaron a Lea, pero para ella también fue una gran sorpresa saber que su hermana no era su hermana, pero que si recordaba a su mamá embarazada, por lo que se dedujo que el bebé que ella enterró, era el hijo de la señora, sin embargo no teniendo más puntos que pudieran unir decidieron dejar aquel asunto aún lado, al menos hasta que encontrarán a su hija.

***

Lauren por otro lado tampoco se lo estaba pasando bien.

Durante el mes en que estuvo cautiva, esas personas se dedicaron a experimentar con ella. Cada tres días, unos hombres con máscara se la llevaban a una sala especia. En ella se encontraba una máquina que le inyectaba un líquido de color rojo directamente a sus venas. Esto a ella la debilitaba y la dejaba casi sin vida.

Había intentado durante este tiempo escapar, pero ninguno de sus intentos logro algo más que una paliza, después unos intentos más, la joven sentía que ya no podía más, ya no tenía fuerzas, ya no tenía esperanzas… nadie había ido a por ella.

***

—Bueno, bueno…— entro aplaudiendo el mismo hombre que había estado como ella cuando despertó —Veo que aún sigues con vida—

Lauren se encontraba recostada sobre su cama, tenía muchos moretones en su cuerpo, el labio roto, al igual que su ceja izquierda.

Una Segunda Oportunidad Para Nuestra Familia.Where stories live. Discover now