Una Segunda Oportunidad Para Nuestra Familia.

"Capítulo 6"

Subí a mi auto y conduje, mientras pasaba por las calles, no pude evitar recordar muchos viejos momentos, calles por las que pasamos mis amigas y yo, lugares especiales a donde lleve a Lena, edificios a los que acostumbrábamos ir, entre muchos otros recuerdos.

Finalmente había llegado.

Estacione mi coche una calle antes, pues más adelante no había lugar. El recinto no era muy grande pero estaba lleno.

Entre al local, todo estaba muy bien echo, sillas y mesas elegantes, un mini bar y una pequeña pero acogedora terraza. Todo eso me llevo a preguntarme, ¿Por qué necesitaban a un repartidor?, Se ve que es un restaurante elegante, no uno de comida rápida, ¿Por qué no de mesera?, Creo que es lo que más necesitan, casi no hay sillas o mesas disponibles y presiento que aún van a llegar más personas.

Me acomode en una de las sillas del mini bar y llame la atención de aquel barista.

—Disculpa— levanté la mano.

El señor me hizo una seña con la mano indicándome que lo esperara, ya que estaba ocupado con otro cliente.

Unos minutos después, por fin se acercó.

—Disculpe la demora señorita, es que estamos teniendo un día muy complicado—

—Si, lo puedo ver— dije refiriéndome a la multitud de personas que se encontraban comiendo.

—¿Qué le sirvo?— pregunto cortésmente.

—Un wiski doble, por favor—

—Enseguida— el hombre tomo un vaso y comenzó a preparar lo que pedí.

—¿Y siempre tienen tantos clientes?— pregunté mientras veía a las personas que entraban y salían del lugar.

—Generalmente no, esto pasa solo cuando no tenemos repartidor—

—oh, ¿en serio?— voltee a verlo nuevamente.

—Aquí tiene— dijo poniendo el vaso frente a mi.

—Gracias— tome un sorbo de aquel líquido.

—Sí, la mayoría de las personas prefiere pedir su comida a domicilio, porque en ocasiones les es complicado salir a comer. es así como se implemento el servicio a domicilio aquí— explico amablemente aquel señor.

—Para que haya tantas personas ahora, debe ser un excelente restaurante—

—Pues no es porque trabaje aquí pero la comida es excelente y a un gran precio— añadió con un guiño y una sonrisa.

—se escucha prometedor, lo averiguaré luego— sonreí también ante aquel comentario.

—Ahora tengo algunas cosas que hacer— añadí.

—Sera bienvenida en todo momento.

—Gracias—

—Bien, cualquier otra cosa avíseme, estaré por allá— dijo, al escuchar a alguien del lado izquierdo llamarlo.

—amm, solo una cosa más— tenía que pregúntale antes de que se fuera.

—Si dígame— volvió a dónde yo estaba.

—¿Podría hablar con su jefe?—

Al preguntar eso me di cuenta de que se había asustado, su rostro antes sonriente, estaba serio.

—oh, no, no es por usted, es personal. lo vi suspirar y relajarse.

—Claro—Sonrio —¿Puedo saber quién la busca?—