Una Segunda Oportunidad Para Nuestra Familia.

"Capítulo 10"

(Narrador omnisciente)

—¡Lena!—

Esa voz.

Su corazón se detuvo por un momento al escuchar a alguien llamarla, podrían pasar miles y miles de años y Lena aún podría reconocer perfectamente a la dueña de esa voz.

Pero no era posible. ¿O si?

Lena se puso de pie, volteo lentamente esperando que se tratara, de su mente jugandole algo.

Se quedó helada, en shock. No podía ser ella, no podía estar ahí, no podía estar frente a ella después de tantos años.

—¡Lena, te encontré! — Kara con una sonrisa en el rostro, camino hacia Lena y la abrazo.

La contraria no podía reaccionar, por su cabeza pasaban miles de cosas, pero su cuerpo no respondía a nada.

—¿Lena?—

—¿Qué haces aquí?,— fue lo primero que pudo articular.

Camino un par de pasos lejos de Kara.

—Yo…yo te e estado buscando— los ojos de Kara estaban rojos, llenos de lágrima.

—¿Para qué?— dijo Lena de la manera más fría posible.

—Para que podamos hablar y arreglar las cosas— la rubia intento tomar su mano, pero Lena se alejo de ella nuevamente.

Lena no podía negar que estaba nerviosa y asustada, no creí que esto pasaría, no ahora. Tenerla cerca le afirmó lo que llevaba negando desde hace mucho.

Aún la amaba, pero no podía dejar que ella lo supiera, porque aunque eso fuera real, también la odiaba por abandonarlas.

—No hay nada de que hablar, por favor retírate— señalo el balcón, por donde había entrado.

—Por favor Lena, déjame explicarte— suplico, se acercó a nuevamente a ella y le tomo de la mano.

—Suéltame— quito su mano —No vuelvas a tocarme— su voz sonó dura y fría.

Kara no supo cómo reaccionar ante eso, no había visto nunca esa faceta en Lena. Por otro lado sabía que al venir, no le sería fácil poder arreglar las cosas, pero al menos lo intentaría.

—¡Por favor! , solo escúchame— suplico nuevamente.

Una lágrima callo por la mejilla de Kara, le dolía el rechazo de Lena, pero no iba a rendirse.

—Kara, no hay nada de que hablar y no quiero escucharte— Lena se volteo dándole la espalda a Kara.

¿Cuánto tiempo más podría aguantar las lágrimas que ya se habían aculado?.

—Por favor vete— pidió una vez más y con el mismo tono de voz que antes.

—No voy a hacerlo, hasta que me escuches— Kara mantuvo su postura.

Lena no resistió más, ¿cómo se atrevía a pedir eso, cuando ella no quiso hacerlo antes?.

—¡Ya te dije que no quiero escucharte!, ¡Quiero que te larges ya!-grito Lena con rabia.

Poco le importaba si alguien la escuchaba.

—¡Perdóname!— soltó rápidamente.

—lamento mucho lo que hice, por favor perdóname— las lágrimas caían por el rostro de Kara.

—¿Perdonarte?— se limpio el rostro, pues finalmente habían caído un par de lágrimas.