"Capítulo 30"

1K 111 12
                                    


Lea por otro lado entre más escuchaba la historia de su hermana, más mal se sentía, no podía tolerar que su pequeña L hubiera sufrido tanto y que ella no había podido hacer nada. Lo mal que se sentía iba a la par con el odió que sentía por su madre ahora mismo. ¿Dónde había quedado la madre amorosa de antes?, Se preguntaba, su madre siempre había Sido una mujer excepcional, ¿qué le había pasado para hacer esas cosas?.

—Y es por eso que estoy con ellas ahora— termino por decir la pequeña. Su semblante era neutro y en ningún momento pareció darle más importancia.

Lea por su lado no podría sentirse más mal. Es decir, sentía culpa por haberla dejado y no haber podido hacer nada para cuidarla.

—¿Por que nunca me dijiste nada?—

—No tenía caso, no podrías quedarte y no quería que ella se desquitará conmigo—

—No hubiera dejado que eso pasara jamás. Tu lo sabes— lea tomo su mano y la apretó para reconfortarla.

—Éramos muy jóvenes, no podríamos haber hecho nada— respondió con cierta nostalgia en su voz. Apretó su mano también y sonrió brevemente.

—Pero pudimos tratar, tu…—

—Suficiente, no quiero hablar más de eso— la interrumpió antes de que quisiese profundizar, pues para que perder el tiempo en cosas tristes del pasado, cuando ya no hay nada que hacer.

—Pero es que..— lea aún inconforme quería seguir hablando sobre el tema.

Esto hizo que Lauren perdiera un poco la cabeza.

—¡Basta! — grito golpeando la mesa, Llamando así la atención de todos en el lugar.

Lea quedó completamente sorprendida ante la actitud de su hermanita, aunque de cierto modo sentía que comprendía el porque actuaba así.

—Lo siento, yo solo quiero saber porque lo hizo, ella...—

—¿Y Tu crees que yo no?, Ella cambio y fui yo quien soporto todo— respondió en un tono de voz un poco molesto, pero calmado para evitar llamar más la atención.

—Lo siento— se disculpo una vez más comprendiendo que era un tema delicado para ella.

—No importa ya, no creo que hubiese habido diferencia alguna si yo te lo decía.— Lauren se levantó de la silla —Voy al baño—

La pelinegra se retiró en dirección al baño, dejando una muy confundida Lea en aquel lugar.

Una vez estando dentro, Lauren comenzó a sentirse un poco mal, sus piernas comenzaron a temblar, su respiración estaba muy agitada y su mente se nublo. Se acercó como pudo a los lavabos y se tiró agua en la cara. Estuvo así unos segundos hasta que se sintió mejor, entonces salió del baño.

De pronto al pasar por una Mesa, un chico se levantó y sin verla chocó con ella y la lleno de café.

—¡Podrías fijarte por dónde carajos vas!— le gritó al chico.

—L-lo siento señorita, no fue mi intención— dijo muy asustado, pues los ojos de la joven se notaban rojos por la furia.

—¡Claro que no fue tu intención…!solo no te fijaste por dónde caminabas— reprocho de igual manera.

—Yo..yo déjeme arreglarlo, amm..— el chico intento limpiarlo torpemente, pero en lugar de ayudar solo lo empeoraba.

—No me toques, déjame…— dijo la joven empujando levemente al chico. Y tomando una servilleta para limpiarse un poco ella misma.

Una Segunda Oportunidad Para Nuestra Familia.Where stories live. Discover now