"Capítulo 20"

1.5K 150 11
                                    


(Pov. Kara)

Aún sigo sin poder creer lo que pasó hace solo un par de minutos.

Recapitulando Lena me dijo que aún me amaba, la bese, me beso y también me dio esperanzas para recuperar lo nuestro.
Yo juro que haré todo lo que esté en mi poder para recuperarla y si lo logro, haré cuánto me sea posible para que ella vuelva a sonreí como antes y para que sea feliz.

“Claro, sin olvidarme de hacerle pagar al maldito hijo de perra que me separó de ella y quién es culpable de la muerte de mi hija, lo voy hacer suplicar.”

Después de unos minutos de Lena pidiéndome que la acompañará a la cena, finalmente accedí, no tenía muchas ganas de ir, pero por ella haría lo que fuera.

Dejé todo lo que estaba haciendo, tome mi chaleco, las llaves de mi auto y salimos del edificio.

—¿Quién fue la persona que te dijo que no te casarás?, ¿La conozco?— pregunte sin apartar la vista de enfrente, pues iba conduciendo.

—Si, si la conoces…de hecho, debo decir que aunque es muy joven, tiene el alma de una persona muy vieja— respondió con una sonrisa.

Creo que ya se de quien está hablando, yo solo conocía a una persona así, debía ser ella.

—Charlie—

Lena asintió.

—Es una gran personita, muy inteligente, audaz y sobre todo muy especial— dijo Lena captando en cada palabra la esencia de Charlie.

—Estoy completamente de acuerdo contigo— respalde sus palabras.

—¿Ella irá a la cena?, tenemos mucho de que hablar—

El semblante de lena cambio a uno un poco mas serio.

—Bueno le e dejado muchos mensajes en su teléfono, pero no a contestado y tampoco la e visto desde aquel día en Catco—

Esto era muy extraño, Charlie no era una joven irresponsable, y aunque yo no estuviera en la oficina, ella llegaba a Catco a ver si la necesitaban para algo.

—¿No regreso ni por su cheque?—

—No, nadie la ha visto desde entonces…yo supuse que estaría contigo o que al menos tu sabrías algo— dijo Lena viéndome.

—No, yo tampoco se de ella desde que me fui— una sensación de preocupación se instalo en mi.

¿Por qué desapareció así?, ¿Y si le pasó algo?, Un momento, yo le dije que hablaría con ella y no volví, y si ella pensó..

—¿Crees que ella no volvió porque pensó que la despediría?—

—No lo sé, pero es una posibilidad—

No puede ser, no puedo haberla perdido, no otra vez.

—Demonios, la última vez que la busque me llevo días y ni siquiera fui yo quien la encontró, ella me encontró a mi— dije recordando la vez que Nia me pidió buscarla.

Esa chiquilla era como un fantasma, incluso el detective que contraté para que la investigará , dijo que había pocas cosas sobre ella en la ciudad, porque ella no era originaria de Ciudad Nacional, y que antes de llegar aquí, había vivido en otros lugares.

—¿De que hablas?— cuestionó Lena pues no comprendía de lo que hablaba y eso era porque no le había contado el como nos conocimos.

—Luego te cuento, ahora podrías rastrear su teléfono—

—Ya lo intente, lo tiene apagado—

“Demonios” detuve el coche para que pudiéramos hablar mejor.

—Entonces hay que ir a su casa— sugerí, mientras buscaba la dirección que tenía guardada en un papelito en el auto.

—Ya lo hice—

—¿Y?—

—La dirección es falsa— soltó Lena con un todo de preocupación.

Además de estar sorprendida de que Charlie mintiera, al igual que yo.

—¿Qué?, Pero yo misma me asegure de eso, hay un edificio allí.—

No quería que pasara lo mismo que la vez anterior y es por eso que le pedí que me llevará a conocer donde vivía y después de insistir por un par de días, al fin lo hizo, incluso hablé con su abuela.

—El edificio es real, pero la letra y el número no, además nadie allí la conoce— agregó Lena.

—No puede ser, no otra vez— toque mi frente y luego pasé mis manos por toda mi cara.

¿Cómo era posible que hiciera lo mismo?, ¿cómo es que no me di cuenta?. Rao, esta niña es más lista de lo que creemos.

—¿Qué quieres decir con otra vez?— pregunto Lena llamando mi atención.

—Va con lo que te contaré después… ahora solo hay que encontrarla, ¿puedes rastrear el reloj que le regale?—

—Si es de los que reciben llamadas, si, si puedo, solo dame el número que tiene y podremos intentar—

—Entonces hay que seguir, la casa de Alex nos queda más cerca, lo intentaremos allí—

Ella asintió, encendí de nuevo el auto y seguimos nuestro camino en dirección a la casa de Alex.

Conduje tan rápido como pude que no tardamos tanto en llegar, durante todo el trayecto no deje de pensar ni un segundo en ella, estaba muy preocupada, pues a pesar de tener poca de conocernos la quería como si fuera mi hija.

Llegamos y al tocar la puerta, una sonriente Alex nos recibió con el rostro manchado de harina.

—Hey... Kara que sorpresa— exclamó Alex al verme.

Una Segunda Oportunidad Para Nuestra Familia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora