[3] Pegging

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❣ Pareja: [2Min]

❣ Advertencias: Versiones femeninas de ambos personajes

—¿Estás segura Minnie? — una preocupada castaña le preguntó a su novia, la cual estaba tendida sobre su cama, mostrando su menudo cuerpo.

—Lo estoy Ming... Solo sé cuidadosa. — TaeMin admiró de nuevo el artefacto que tenía la mayor en el pelvis, el juguete que compraron hace un par de días que le haría simular que Ming tuviera un pene.

En sus más de ocho meses de relación, los encuentros sexuales eran más que placenteros, TaeMin adoraba acariciar a su novia por todas partes y el sexo oral que le daba la castaña era de otro mundo, sin embargo, pronto quisieron experimentar más, estar seguras de que podían darle placer incondicional a la otra.

TaeMin adoraba ser la parte sumisa, jadear para su pareja y mostrar sus pequeños pechos para que fueran deliciosamente saboreados.

Y Ming, para ella ver lo era todo, saber que era la causante de los gritos de la menor le ha provocado llegar al orgasmo.

Entre las dos, la química era demasiado grande al igual que la confianza.

Ming sabía lo mucho que su novia dilataba, era muy sencillo hacer excitar a TaeMin, y la chica estaba más que húmeda, sus dedos resbalaban con facilidad de adentro hacia afuera, pero de todos modos llenó el juguete con bastante lubricante. —Lo haré despacio ¿Bien?

La menor asintió un par de veces, abriendo sus piernas y esperando con ansias sentir la diferencia entre las manos de su pareja y el falo falso. Ming se dedicó a besarla con hambre, distrayendo su mente en lo que iba entrando lentamente, desconociendo si lo estaba haciendo bien o mal.

—¡Ngh! — TaeMin gimió a la mitad del proceso, separó sus labios de los ajenos para poder tomar una gran respiración por la boca. —Estoy bien, es solo que es muy grueso...

La mayor le dio un par de besos por las mejillas, esperó a que le volviese a dar consentimiento para seguir, y pocos segundos después ya había cumplido su cometido. Miró hacia abajo, estaba completamente dentro y TaeMin no sabía qué debía hacer, estaba demasiado llena pero el placer todavía no se sentía nada excepcional.

—¿Duele? — cuestionó la castaña, sus manos acariciaron las caderas de la otra y sus grandes ojos brillaban esperando que estuviese bien. —Minnie, si quieres podemos parar. — retomó la palabra Ming, iba a salirse cuando la otra se abrazó a su cadera con las piernas.

—No te salgas, se siente raro. — abultó los labios y se abrazó al cuello a la más alta, sus pechos se juntaron y TaeMin pudo sentir su corazón latir contra su torso. —Señorita Choi... 

El apodo que le había dado TaeMin siempre lograba hacerla sonreír, y ya que los primeros momentos de seguridad se habían pasado, Ming comenzó a mover suavemente las caderas y los primeros jadeos de la menor se propagaron por la habitación.

Oh no, no porque TaeMin se viera tan pequeña y femenina quería decir que era el ser más inocente sobre el planeta. Y Ming tampoco, oh no, la castaña era esa clase de chica con exceso de curiosidad, y estos juegos no eran nuevos para ellas.

Si algo amaba TaeMin de su novia, era la disposición que tenía para hacerle llegar al clímax al menos dos veces por encuentro. Desde la primera vez se dieron cuenta que ellas podían confiar sus deseos más oscuros y sus fantasías mas absurdas en la otra.

Las manos suaves de TaeMin se pasaron al frente, apretando el generoso pecho de la otra mientras la miraba a los ojos. —Ming...

La mencionada le acariciaba las piernas, sus dedos se paseaban entre los labios inferiores y se detenían en su punto de placer, con el pulgar formaba rápidos frotes, sabiendo que su novia se apretaba cuando estimulaba distintos lugares a la vez.

Once in Love [2Min + Jongkey]Where stories live. Discover now