Once in Love [2Min + Jongkey]

[24] Vía Pública

❣ Pareja: [Jongkey]

❣ Advertencias: Capítulo secuela de [14] Fingering, se recomienda leer antes dicho apartado para mayor comprensión.

¿Qué es lo que había pasado? KiBum, mareado por lo ocurrido en la discoteca, no repara en lo que acaba de pasar. El trago azul en su mesa, la posesividad de Jonghyun y el ceño fruncido del hombre con pantalones caqui hacen de su cerebro una maraña interminable.

—¿A dónde vamos? — el mayor le lleva de la muñeca, porque antes no pudo seguirle el paso. Su interior tanto como su entrepierna seguían recibiendo cortos espasmos que le impiden avanzar con normalidad. —Jonghyun...

El platinado se detiene a varias calles de distancia, en donde el bullicio ya no es tan ensordecedor y sus voces no necesitan ser gritadas para escucharse. —No vas a creer que dejaremos las cosas así.

—No te estoy entendiendo. — Key se zafó de su agarre, quedándose quieto en su mismo lugar.

El mayor se regresó, cerrando al más alto contra la pared. —Ninguno de los dos ha podido olvidar lo que siente el otro, o dime... ¿Tú has podido dejar de pensar en mí por un jodido segundo? Porque yo no Bum, y no quiero que todo se acabe ahora, nunca he pensado en estar sin ti, y este mes...— bufó, con las cejas apretadas debido al recuerdo. —No ha sido fácil.

—Para mí tampoco. — Key exhaló con el sentimiento acompañado. Jonghyun le acariciaba la cintura con los pulgares, como siempre solía hacerlo. —Pero no puedo olvidar todo lo que dijiste.

Parsimoniosamente, el platinado daba pequeños y furtivos besos en el cuello contrario. —Estábamos peleando y dije cosas que no debieron salir jamás de mi boca.

A pesar de estarse derritiendo, todavía podía controlar el deseo que tenía por lanzarse a los brazos ajenos. —No quiero tenerte atado o que sientas que así será. Yo tengo sueños Jjong, así como tú tienes los tuyos.

—El de ambos es permanecer juntos. — Pegaron sus narices, respirándose íntimamente. —No echemos todo por la borda.

Key se juró a sí mismo que esa sería la última vez, que a partir de ese día sus rutas tomarían distintos senderos, y también que su amor merecía un buen cierre, recordando los viejos tiempos.

El menor fue el primero encontrar los labios del otro, entregándose a sus caricias que dejaron la nostalgia atrás, convirtiéndolo en la misma ambición que se dio en la discoteca.

—Todo sería más fácil si tuvieras el Corvette todavía. — susurró sobre sus labios KiBum, recibiendo de respuesta la lengua traviesa del mayor.

—Si ese es el problema, consigo uno ahora mismo.

El rubio negó, dejando que su ex metiera manos otra vez en sus sucios pantalones, la vergüenza entre los dos dejó de existir muchas veces. —Solo quisiera que fuera el mismo... Ahí pasaron muchas cosas.

Jonghyun facilitaba besos por el delgado cuello, sus manos aprisionaron las nalgas de KiBum, la simple sensación de tenerlo de nuevo entre sus brazos le trajo una tranquilidad que no pudo hallar en todas las semanas separados. —Sabes que no quería venderlo.

—Lo sé...— echó la cabeza hacia atrás, la manzana de adán fuertemente succionada le hizo sonreír en demasía. —Habría sido incómodo traer a tu madre en el mismo asiento que me desvirgaste.

—Me daba vergüenza cuando Sodam se apoyaba en el reposabrazos. ¿Cuántas veces no lo limpiamos de semen? — el recuerdo les trajo un color rojizo a ambos, riendo entre dientes por ser un par de pervertidos.