[30] Castigo Físico

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❣ Pareja: [Jongkey]

❣ Advertencias: Continuación del capítulo anterior [29] Catboy (No es estrictamente necesario leer el anterior para entender este), Fantasía

El ruido de algo rompiéndose desconcentra del trabajo al platinado, se soba las sienes y cuenta hasta diez porque la paciencia ya no está formando parte de él. Se pregunta qué será ahora, si es un vaso, otro florero o alguna figura que le han regalado en años anteriores.

KiBum lleva siendo casi un gato desde hace meses, después de intentarlo todo. Hasta había dejado una reseña en la compra del plug en Amazon contando poco de la experiencia, los comentarios de vuelta fueron que debía hacerse escritor por su buena narrativa al transformar su encuentro en algo fantasioso y erótico.

No los culpa, ¿Quién le iba a creer que su novio se convirtió en un híbrido?

Hay momentos buenos, tales como despertar con la cola de KiBum acariciándolo, sus constantes ronroneos y muestras de afecto, o cuando entraba en celo, si bien, la primera vez se sintió mínimamente enfermo, solo que pues, sigue siendo Key, y su cuerpo continúa reaccionando con él.

Pero lo malo, eso es lo que le tiene un poco, bastante harto. El castaño agarró manía por romper cosas, tiraba casi todos los cristales, los muebles tenían marcas de uñas y ya había cambiado más de siete veces la cortina del baño porque el menor insiste en romperla.

—Es medio animal, es medio animal. — repite como mantra, escucha otra cosa rompiéndose y la última gota de paciencia se agota. —¡KiBum!

Sus pasos resuenan en el apartamento, encontrando a su novio en la cocina, tirando un par de platos como deporte, poniendo esa cara inocente que le hacía caer la mayoría de las veces.

Para mala suerte de Key, hoy no era ese día.

—¿Se puede saber qué estás haciendo? — hace dos años el mismo KiBum compró esos platos, alegando lo bonitos y caros que eran. —¿Qué te he dicho de romper cosas? ¡Voy a tener que castigarte!

Key, risueño por la cara de molestia que ponía Jonghyun, dejó caer otro plato con toda la malicia posible. —Ah, bueno; castígame.

¿¡Ja!? — los ojos del platinado se abrieron con sorpresa ante la osadía y desfachatez del otro. —¿Qué crees que no soy capaz o qué?

—No. — KiBum conocía muy bien a su novio, nada más le haría ojitos, le ronronearía y lo tendría en su palma, ni los niños caían tan rápido con los dulces.

—Deja ese plato en la mesa. — advirtió, viendo las intenciones del más alto. —No quiero castigarte Bum...— el gato sonreía socarrón, jugando con el objeto antes de dejarlo caer con fuerza.

Por supuesto que el castaño no espero recibir una fuerte nalgada cuando estaba disfrutando de su travesura. Miró al mayor, encontrando una verdadera furia que pocas veces había sido dirigidas hacia su persona. —¡Me pegaste!

—Y no es todo, creo hace tiempo debí castigarte con mayor razón. — Jonghyun se lleva al chico de la mano hacia su habitación, de una caja saca un collar y se lo pone, así como la correa que amarra a una de las patas de la cama con un candado de seguridad.

—¡Jjonggie! — las blancas orejas están aplastadas, la suave cola dejó de menearse y ahora le cubre el estómago, sentado en el piso porque la cuerda no era tan larga. —¿En serio me estás castigando así?

Al platinado poco le importan las lágrimas de cocodrilo de Key, ni que empezara a maullar con dolor porque lo estaba castigando, y se sentía demasiado suave, el látigo de la caja de juguetes se veía como un mejor aplacador.

—Sé que eres el hombre que he amado desde hace mucho, pero tampoco voy a permitir que hagas lo que quieras por mi falta de autoridad. — KiBum se había tirado al piso, abrazándose a su esponjosa extremidad y llorando en silencio. —Así vas a estar dos horas, y pobre de ti que hagas mucho ruido, estoy trabajando.

Su carga laboral incrementó, tener que mantener su estilo de vida en cuanto KiBum tuvo que abandonar su propio trabajo 'por una extraña y contagiosa enfermedad' no era sencillo. Al menos quería y merecía paz.

Los primeros veinte minutos en el cuarto que usan como oficina fueron de paz, los siguientes se escucharon los maullidos y lloriqueos lastimeros del menor. —Por favor, no quiero hacer una tontería...— el estrés le tiene al borde, a ese grado iba a dejar a Key solo, amarrado por todas las horas que necesitara para terminar.

—¡Ahh! ¡Duele! — los gritos del castaño hacen que Jonghyun se levante de su asiento hacia la habitación. —¡Jjong! ¡Jonghyun!

—¿¡Qué tienes!? — la puerta se abre dramáticamente, viendo al ovillo todavía en el piso, hecho un mar de lágrimas, la culpa le llegó como un puñal en el pecho.

Duele que estés enojado conmigo...— las orejas caídas se mueven al compas de los hipidos, hasta la nariz roja tiene un persistente escurrimiento. —Lo siento, a veces no sé qué hago... Estoy siendo muy molesto, y vas a dejar de quererme.

—Bummie...— su mano izquierda empieza a quitar algunas lágrimas, las cuales son reemplazadas por nuevas constantemente. —Eso no va a pasar.

—Vas a dejarme solo, ¿Cómo le diré a mis padres que mi enfermedad es ser esto? — sus pequeños colmillos sobresalen cuando habla. —Lo siento, trataré de no romper nada más, es que me gusta hacerte enojar, porque me das toda tu atención.

—No tienes porqué hacerlo, ¿Has sentido que he dejado de amarte? — la negación del felino le enterneció, pues los espasmos le hacían temblar. —Es porque no lo he dejado de hacer, y nunca va a pasar... Solo entiéndeme un poco. Estoy cansado, quiero darte lo mejor y para eso necesito dedicarme al trabajo.

—Lo siento...— repitió el minino, acariciándose en la mano que tan cálidamente le conforta. —Solo quiero que esta pesadilla termine, así no vas a tener que aguantarme mucho más.

El candado fue abierto, permitiendo al mayor desamarrar la cuerda. —No nos hemos casado, pero me estoy tomando en serio eso de estar contigo en la salud y la enfermedad. Lo hago por amor.

Key se abrazó al cuello del más bajo, restregando su cola en donde sea que pudiera tocarlo y moviendo las orejas blancas con rapidez. —Te amo, prometo no romper más platos.

—Mejor no rompas nada ¿Sí? Ya te he comprado tus rascadores, tienes que jugar con ellos en vez de estar haciendo travesuras.

—Lo intentaré. — los labios acorazonados se estamparon en muchos besos que Jonghyun fue respondiendo y devolviendo parsimoniosamente.

—Bueno, ahora sí te toca tu castigo. — el tono sugerente esta vez no asustó a KiBum, en lugar de eso se subió a la cama, coqueteándole al otro con sus movimientos fluidos.

¿Cuándo volvería a la realidad? Ninguno lo sabe.

¿Lo disfrutarían en lo mientras? Indudablemente.

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¡Gracias por estar aquí! Vengo a dejarlo rápido antes de que el día se me pase~ Un pequeño castigo para Key nunca está demás~

No puedo creer que mañana sea el último día, esto de estar escribiendo diario es toda una proeza :')) No sé qué haré después(? ¡Nos leemos mañana! A ver si dejo el último capítulo también temprano ♡♡♡

Once in Love [2Min + Jongkey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora