Muerte en la familia

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...

Al día siguiente, Elena despertó con el mismo sentimiento que la acosaba desde la noche pasada y la hacía presentir que algo iba mal, además de un terrible dolor de cabeza.

Pero su preocupación se disipó cuando giró sobre ella y se encontró con Venus quien dormía profundamente con la mano de su tío sosteniendo su barriguita para que no se perdiera en la cama.

Fue el baño, y cuando salió, su sobrina se encontraba sentada frente a la puerta, esperándola.

--¿Cómo es que...? Sabes que, no quiero saberlo-- se interrumpió, mientras la bebé le extendía los brazos y la miraba con ojos de cachorro --Aw, sabes que me matas cuando haces eso.

La levantó del suelo, sosteniéndola firmemente entre sus brazos, apresurándose a salir de la habitación.

--Suerte que no levantaste a tu tío, créeme, no quieres saber lo gruñón que se pone cuando se despierta después de una noche en vela.

Al terminar de bajar las escaleras, la colocó en el sillón, sin perderla de vista mientras sacaba su biberón y leche en polvo.

--Sobre todo cuando fuiste tú quien no le permitió pegar el ojo en toda la noche. Ahora respeto más a tu padre-- dijo, chupando la fórmula que se había adherido a su dedo --Si no te conociera, hubiera jurado que eran los llantos de una mandrágora.

La bebé rio ante sus palabras, como si de verdad las entendiera, tomando su mamila cuando su tía se la ofreció, a la vez que Elena tomaba a la bebé entre sus brazos y se sentaba en el sillón.

--Me pregunto si por eso se le "olvidó" a Regulus volver por ti, no me malinterpretes, pero que te trajera con todo y maleta no debe de ser coincidencia... Wow, si lo digo en voz alta se escucha peor, suena a que estoy insinuando a que tu papá de abandonó-- agregó riendo sola.

Venus la miraba atenta, sin dejar de tomar de su biberón, hasta que al fin sus ojos lograron atraer a los de la bruja, quien se perdió en estos.

--No, por más irritante y tortuosos que puedan ser tus chillidos, nadie sería capaz de dejarte-- se corrigió, admirando su rostro --Tienes unos hermosos ojos cafés-- le dijo, peinando su suave cabello rosa pastel --Eso lo sacaste de tu madre.

Sonrió con tristeza al recordar a su hermana, tomando en su mano el pequeño pie descalzo de su sobrina, acariciándolo.

--La ​​mayoría de los miembros de la familia White los tienen de ese color, como yo... Aunque no soy verdaderamente una White, crecí como una, pero en realidad soy una Yaxley, sin embargo podría contar como un miembro distante porque soy hija de la prima de tu abuela. Bah, es una historia complicada, pero te la contaré cuando tengas edad suficiente para entender la palabra "Adopción".

Elena se paró del sillón, aún con su sobrina en brazos, quien ya se había terminado su leche.

--También te hablaré sobre tu madre, si es que Regulus no me gana-- dijo mientras tomaba un cambio de ropa para la bebé, escuchando a Sirius bajar las escaleras.

--¿Cómo está la "Tortura-Oídos"?-- preguntó tallando sus ojos, acercándose a ambas brujas.

--Lista para que le palmees la espalda-- respondió Elena, entregándosela a Black.

--¿No eso lo harías tú?-- ella negó, mostrándole el biberón vacío.

--Quien le da de comer se libera de sacarle el aire ¿Recuerdas? Te recomiendo que te pongas una camisa, al menos que no te moleste que te vomite el hombro-- Sirius exhaló con cansancio, cargando a su sobrina con un solo brazo mientras se ponía una toalla de cocina en el hombro.

Historia Mi felicidad y mi tristeza (Pt.2) (Continuación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora