La amenaza de Malfoy

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...

Abrió los ojos poco a poco, muy cansada, sintiendo como su cabeza daba vueltas para que después un pinchazo terrible le recordara la herida que se había hecho al golpear su cara contra el piso.

Este no fue el único dolor que sintió, pues su espalda, brazos, costillas, rodillas y piernas llenas de moretones se hicieron notar.

Cuando su visión borrosa finalmente se enfocó y pudo ver que se encontraba en un cuarto, frunció el ceño confundida al no reconocer aquella habitación antigua y un tanto descuidada.

---Estás en la mansión Bloom, alguna vez hogar de la Señora Tenebrosa. Nadie pensará en buscarte aquí--- sus ojos se dirigieron al origen de aquella voz, encontrándose con Lucius Malfoy, tranquilamente sentado en una silla frente a ella.

Se sentó rápidamente y dejando de lado el dolor que acosaba a todo su cuerpo se levantó de la cama y trató de correr hacia la única puerta que vio, pero a penas y había corrido unos pocos pasos, Lucius la tomó fuertemente del brazo y la aventó de regreso a la cama, apuntando su varita hacia ella para que de repente sogas salieran de las cuatro esquinas de la cama para mantenerla aprisionada ahí.

---No te recomiendo volver a hacer eso, o lo próximo que pondré en tus muñecas y tobillos serán espinas--- la amenazó el mago, guardando su varita ---Además, no hay razón de reaccionar así. Vengo en son de paz para hablar contigo, hacer un trato...

---No tienes nada que yo pueda querer--- soltó la bruja, peleando cansada contra las cuerdas que la mantenían presas.

---Pensaba que al menos querrías tu libertad--- externó Lucius con su calmada, fría y calculadora voz, tomando asiento nuevamente en su silla.

---No necesito que me des algo con lo que nací. Los aurores y los miembros restantes de la Orden me encontrarán como encontraron a Alice y Frank, y cuando me liberen borraré esa maldita sonrisa tuya de tu rostro--- le aseguró.

---¿Hablas de los magos y brujas que te creen muerta?--- le recordó Malfoy, Elena frunció más el ceño y crispó la mandíbula ---Una pena que incluso tu madre te dé por muerta ¿No lo crees?.

---¡Pronto le haré saber que no es así! ¿Pero sabes quién sí está realmente muerto?... Voldemort--- soltó triunfante ---Ya no tienes a un mago Tenebroso para que limpie tu mierda, Malfoy.

---Justo por eso te quiero a ti, mi perfecta garantía de supervivencia para cuando él vuelva. Le hará cosas horribles a todos aquellos que se resignaron a creer su deceso, pero yo no seré parte de ellos, porque yo le entregaré justo lo que necesitará... A ti.

---Él nunca volverá, imbécil ¿Sabes lo que significa estar muerto?--- soltó Elena, viéndolo como si fuera un paciente que se fugó del psiquiatra.

---Es Voldemort, él siempre vuelve--- respondió ---Hierba mala nunca muere. Quizás esté débil, sí, pero cuando haya utilizado hasta la última gota de tu sangre para su beneficio, se recuperará ¡Y será lo suficientemente fuerte para volver al poder otra vez!.

---Ni siquiera sabes dónde está--- lo retó.

---Por ahora. Pero cuando lo encuentre, será tu fin. Nadie extrañará a alguien que ya está muerta.

...

---¿Y qué te hace estar tan seguro de que estaré dispuesta a cooperar, esperando todos estos años simplemente para morir? A diferencia de tu secta, yo no estoy loca--- espetó la bruja, enojándose al ver una sonrisa formarse en los labios de Malfoy.

---Ahora que el señor Tenebroso ha caído, los mortífagos empezaremos a caer con él, claro que la mayoría mentirá para salvarse el pellejo, pero podría hacerme cargo de que tu madre no pueda hacerlo.

Historia Mi felicidad y mi tristeza (Pt.2) (Continuación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora